El pasado según Apokolips [Libre]

2 de octubre del 2013

Tanzania

Dextroria ha sido un planeta como tantos; vagando entre el avance de conocimientos científicos, tratando de abandonar viejas supersticiones y mitos, por otro lado, envuelto en batallas constantes entre pretorias distintas, siempre en busca de más poder y más control.
Cada pretoria ha sido gobernada por incontables próceres, cada uno tan insulso como el anterior. Siempre haciéndose la guerra buscando el control de más territorio, de más materia prima.
Pero en esta inagotable y rudimentaria rutina, un príncipe se ha levantado con tecnología nunca antes vista por los habitantes de ninguna pretoria.
El avance ha sido calamitoso para toda pretoria que ha tenido la mala fortuna de toparse con el ejército del Príncipe Nexar, que dicho sea de paso se ha alzado con el gobierno de su propia pretoria, aplastando su propio consejo ciudadano y asesinando al prócer en turno.
La última resistencia en el planeta se encuentra en la pretoria Namisque, pero ni sus guanteletes sónicos ni sus aero-destructores han sido capaces de detener la marcha del príncipe, menos aún de borrar esa sonrisa autosuficiente de su rostro.
El avance de Nexar es sencillo camina hacia las puertas de Namisque con paso moderado y sin ningún arma en las manos.
Las descargas sónicas de los defensores se estrellan en una barrera inexistente, invisible que protege al agresor y ni siquiera le hace retroceder.
Pero la protección de Nexar tiene una doble función, una vez que el campo de fuerza recibe la descarga de sus contrincantes la almacena y la devuelve con una potencia 10 veces mayor.
Así las continuas descargas que el conquistador recibe, aparentemente en su cuerpo, nunca llegan a tocarlo, pero si se manifiestan, de nuevo desde el vacío, en descargas suficientemente poderosas para barrer de lleno con los defensores.
Su guardia personal es el único ejército que le acompaña; 50 hombres con la misma tecnología rodeando su persona y así, sin levantar un dedo y simple y llanamente caminando, Nexar ha derribado la última defensa del planeta usando las armas de cada pretoria en su contra.
No pasan más de un par de horas para que, aquellos que gobernaban Namisque terminen asesinados y el reúna todos los poderes en su persona.
Abriendo los brazos delante de su nuevo séquito, un viento potentísimo se hace presente asus espaldas. El príncipe, por fin, abandona su semblante sonriente, sus brazos caen y da media vuelta para ser ensombrecido por una figura monumental.

-Veo que el nuevo regente de todo Dextroria ha cumplido su función eficientemente- profiere Darkseid que se hace presente una vez que sale del tubo boom.
-¡Regente! Creo que nos hemos perdido en la discusión señor de Apokolips, soy el monarca legítimo ¡De mí hablaban las profecías!-

Darkseid permaneció en silencio, sin embargo en una reacción natural, sus parademonios tomaron distancia y retrocedieron unos cuantos pasos. No así Dessad ,quien portaba una sonrisa sardónica en el rostro.

-Te recuerdo mesías  anodino que ha sido la tecnología de Apokolips la que te ha dado la potestad en la que ahora te vanaglorias- Responde Darkseid mirando de reojo a Dessad.
-Mala jugada señor de Apokolips, ahora esta tecnología me permite repeler, incluso su poder Omega y retornarlo con más fiereza- dice desafiante Nexar, en tanto su séquito personal se adelanta unos pasos para posarse a sus espaldas.


Dessad chasquea los dedos y las defensas de Nexar y su grupo de incondicionales desaparece sin que nadie pueda reiniciarla.
El resplandor escarlata proveniente de la cruel mirada de Darkseid es la última visión que el cuerpo de élite del pedante conquistador alcanza a ver antes de desaparecer como polvo en el ambiente.
Las piernas de Nexar titubearon, y ese titubeo se convirtión en un temblor creciente que atacó sus piernas y lo  puso de rodillas frente a su seguro asesino.
Darkseid apagó el brillo fulgurante de sus ojos y posó su mano sobre el cabello del príncipe, que temiendo lo peor cerró sus ojos ya bañados en lágrimas, en tanto su cuerpo había reproducido el inicial temblor de sus piernas.
La mano de Darkseid se cerró y se asió del cabello de su presa alzándolo por los aires, con la respectiva mueca de dolor del desafortunado individuo. La fuerza impresa en la cabeza, había producido un incesante lloriqueo, acompañado de gemidos en creciente volumen.

-Eres lo que mi voluntad incuestionable ha decidido que seas- reviró Darkseid al tiempo que viraba el despojo de cuerpo que tenía en su mano y lo obligaba a ver la ausencia de seguidores del príncipe, ahora esparcidos por el planeta como ceniza ya disuelta.

La inmensa mano se abrió y el mismo despojo cayó al suelo como basura tiradaen cualquier sitio; Darkseid dio media vuelta y un tubo boom se abrió ante él. El ejército de parademonios custodió la retaguardia de su gobernante y su paso parsimonioso sólo se detuvo para dar unas últimas indicaciones.

-Sigues vivo porque aún me eres útil, no desperdicies ésta oportunidad que se te ha otorgado desde la divinidad, Nexar. Recuerda que la búsqueda vulgar de poder, sin propósito ni rumbo, procrea desechos como tu, que no merecen lamer la bota del Dios que tienen enfrente. Sólo quienes tenemos la temeridad y la brillantez para acceder a la gloria merecemos gobernar cada una de las lamentables almas que habitan este universo- terminó de decir Darkseid y su paso retornó con la misma calma para perderse en el silencio de un trono vacío y un regente miserable.

-La encontramos señor,- se apresuró a decir Dessad –una de las cinco armas definitivas ya está en su poder, claro aparte de su poderoso Efecto Omega- refirió Dessad con incontenible alegría.

Su dedo empezó a pasar rápidamente sobre la hoja de un libro cuyas letras brillaba al paso del mismo.
Se alcanzaba a leer:

El Mazo de los Eones que puede detener el tiempo a su alrededor

La Hoz de los Portales capaz de abrir el acceso a cualquier dimensión

La Esfera de la Conducta con el poder de dominar la mente y los corazones de los enemigos y reducirlos a esclavos

La Cadena de la Locura un instrumento capaz de provocar alucinaciones y volverlas realidad…

Y el Efecto Omega.

-Prepara nuestro transporte Dessad, El mazo y la Hoz están en la Tierra, nos dirigimos hacia allá...- respondió con indiferencia el tirano de Apokolips.

En las profundidades del Monte Kilimanjaro, un par de exploradores se dirigen hacia el descubrimiento de uno de los tesoros más portentosos que se han escondido en la Tierra, si están en lo cierto, su vida puede dar un cambio drástico... antiguas leyendas los guían en pos de dos artefactos capaces de cambiar el rumbo de la historia: El Mazo de los Eones y La Hoz de los Portales.

El descenso estaba retrasando la llegada, las piedras humedecidas por la llovizna de ayer convertían la travesía en un riesgo latente.
La arena de la tundra africana en épocas de lluvia se convertía en una sustancia resbaladiza que aunada a lo agreste de la cueva, precipitaba el peligro de un desastre.
Pero ambos caballeros no tenían la más mínima intención de retroceder en su camino.

-Esto es muy excitante Yamel, si los textos antiguos son correctos y tus pesquisas son acertadas nuestras carreras se dispararán por las nubes, nosotros los encontraremos y catalogaremos, seremos decanos de la universidad que elijamos- aseveró Danzel visiblemnte excitado.

-Espera- cortó  Yamel – mira esas estalactitas, están grabadas en la misma lengua que el texto, es aquí- dijo el arqueólogo con un brillo intenso en los ojos.

Yamel empezó a pronunciar las palabras que había en las estalactitas de acuerdo a lo que había aprendido de esa lengua arcana, pretendiendo descifrar el escondite de los tesoros.
Para su sorpresa las letras empezaron a brillar y las estalactitas cayeron sobre el suelo empedrado rompiendo la endeble estructura del lugar.
Cuando despertaron se encontraron atrapados cientos de metros más debajo de lo que podían escalar.

Pero el brillo incesante de dos artefactos los puso en alerta. –Allí están, son reales- gritó Danzel.

Sin una pizca de precaución Yamel no pudo detener a tiempo a su compañero cuando tomó entre sus manos la hoz gigantesca que pendía de la nada.
De un golpe Danzel observó los caminos que habría de tomar la hoz para llegar a ese momento; las manos de decenas de exploradores y aventureros que habían intentado tomarla y fracasado en el intento. Un viaje a través del tiempo y el espacio en milisegundos le reveló que sus ambiciones vulgares de conocimiento y prestigio ensombrecían las verdaderas posibilidades de gloria que se escondían tras el arma.
Un destello en los ojos de Danzel del mismo resplandor que de la hoz se desprendió de su mirada.
Con la cabeza hizo una mueca a su compañero para que tomara el mazo que yacía flotando a su lado.
La experiencia se repitió con el mazo en las manos de Yamel y sus insignificantes vidas se mostraron intrascendentes a comparación de las habilidades obtenidas.

-El mago tenía razón, los artefactos se encuentran aquí, aunque creo que llegué un poco tarde- declaró el capitán Marvel a la vez que veía la perdición en los ojos de los exploradores.

-Será mejor que suelten esos artefactos, antes que se hagan daño- pidió el Capitán sin ninguna respuesta.

-La única persona que saldrá dañada serás tú- dijo Danzel y blandió la hoz rasgando la nada y de esta nada como si de una abertura se tratara emergieron unas pezuñas que aprisionaron a Marvel con una fuerza inusitada.

-Tómate tu tiempo para morir Capitán- sentenció Yamel mientras sostenía el mazo en lo alto.

El tiempo a su alrededor se detuvo; los murciélagos que revoloteaban asustados buscando una salida quedaron petrificados en el aire. Sólo  Yamel y Danzel podían moverse libremente; Danzel volvió a blandir la hoz y otra rasgadura emergió delante de ellos: la cruzaron y desaparecieron.
El tiempo volvió a la normalidad y la garra que aprisionaba al Capitán volvió a jalarlo con fuerza hacia ella.
Marvel alcanzó a aferrarse de una estalactita, la cual se desprendió al instante ante el férreo agarre del Capitán; acomodada en su mano derecha la estalactita cumpliría la función de arma con el firme propósito de atravesar la dura piel de la pezuña. Pero fue la estalactita la que cedió.

-SHAZAM- se oyó en la cueva y un delgado y un pequeño niño se escurrió entre la garra del inmenso ser.

La pezuña se perdió en el portal abierto sin nada asido a ella,  en cuanto el portal se cerró un nuevo SHAZAM emergió en la imberbe voz de Billy, que ante la conversión salió volando de las grutas.
A algunos kilómetros de allí, en la cima de una montaña los exploradores practicaban el uso de sus nuevos poderes atrayendo la atención de Marvel que aterrizó detrás de ellos.
Yamel se volvió y al percatarse de su presencia volvió a levantar el mazo con intenciones de detener el tiempo nuevamente.
El Capitán golpeó el suelo y la cima de la montaña se hizo añicos precipitando al par hacia el precipicio, al tiempo que su miedo los obligaba a soltar las armas.
La hoz y el mazo quedaron flotando nuevamente y el Capitán alcanzó a los dos individuos y los colocó en el suelo.
Al regresar a la cima el Capitán tomó en cada mano los artefactos sin ninguna reacción visible. Como pronosticó el mago, su poder lo hacía inmune a la influencia del par de antigüedades.

El aire comenzó a enrarecer y un viento huracanado apareció sin previo aviso delante de sus ojos mientras la realidad se distorsionaba ante sus ojos.
De la distorsión sólo surgieron un par de brillos escarlata que dispararon contra el Capitán devolviéndolo al pie de la montaña.
En su caída Marvel soltó el mazo, pero no así la hoz que quedó entre sus manos.
Una segunda ráfaga más potente disparó su descarga contra el héroe en trayectoria hacia el piso. Marvel alcanzó a rasgar el aire con la hoz y un segundo después desapareció evitando contacto.
A algunos kilómetros de allí Marvel reapareció rodando por el suelo, un brillo esmeralda aterrizaba a un lado del Capitán cuyo anillo percataba a su portador de la naturaleza de la Hoz flotante.
Marvel intentó reincorporarse y su brazo izquierdo con el puño cerrado agrietó el suelo en este intento, pero el temblor creciente de su cuerpo lo hizo ceder.

Todo se tornó negro y silencioso.

En esa soleada mañana del 2 de octubre. Había decidido. Recorrer el planeta un poco para reconocerlo y otro poco para recordar. Hacia mucho tiempo. Desde que morí que el Sol de la Tierra no me alumbraba con su magnifico poder.
Luego de sobrevolar el Océano Atlántico. Decido volar por el medio del Mediterráneo, Cerca a Marruecos. No pasa mucho tiempo hasta gracias a mi Super Oído escucho un estruendoso ataque.  Apunto con mi visión de telescópica Y veo a un héroe de rojo luchando contra alguien que posee un extraño objeto.
Por lo que pude ver es una Hoz . Sigo la pelea desde lejos solo intervendría si es necesario. Pero no paso mucho tiempo y se me hizo notorio que debería ir. Cuando el Joven de rojo es golpeado y vapuleado por aquellos. Entonces desde la altura de Marruecos, Me dirigo a toda velocidad hasta las cercanías al Monte Kilimanjaro. Mientras estoy llegando a donde el joven esta tirado en el suelo. Una extraña critatura con piel de Lagarto y grande alas me ataca.
No me da tiempo a nada la criatura lanza una bocanada de fuego extrañamente este ataque me logra herir. Por lo que deduje que era un ataque magico. Trato de evitar el fuego, que sale una u otra vez desde la boca de lo que parece ser un dragón. Mientras golpeo a la criatura a puño limpio. Puedo ver detrás de ella grietas invisibles en el espacio y el tiempo. Seguramente tiene algo que ver con el artefacto que usaron aquellos sujetos con los que luchaba el Joven. Gracias a mi super soplido. Puedo empujar de nuevo a la criatura hacia la dimension del la que salió.

Luego bajo hasta donde se encuentra el Joven y le digo - Yo Soy Superman, ¿Tu quien eres y que es lo que pasa aquí?.-

No pasa mucho tiempo. Y de pronto otras extrañas criaturas nos rodean me pongo en posición de combate. Me lanzo al ataque. Y logro repeler a algunas. Las otras se diregen a atacar al Joven.

TEN CUIDADO


No entiendo muy bien que es lo que pasa. Pero lo que si es seguro es que aquí mucha gente corre peligro.  

A pesar de el gran tamaño de los seres que atacan puedo noquearlos con facilidad. De todos modos no paran de venir.

Se note que salen de alguna grietas creadas. Por lo sujetos y eso hace que  desde otras dimensiones vengan estos serés.

oye jovencito. Puedo ver que hay unas grietas en el tejido del espacio y el tiempo. ¿Saben porque se han producido?