Carterismo en el tren [Selina Kyle]

No puedo depender eternamente de los demás para financiar mis proyectos, cualquiera diría que soy una mantenida más de esta apestosa ciudad, y como no consiga efectivo, jamás saldré de este oscuro agujero.
Al terminar la jornada laboral de la ciudad, vestida con mi inconfundible negro me cuelo en el tren que rodea Gotham para conseguir algo de dinero. Me muevo discretamente a cara descubierta entre los despistados trabajadores gothamitas, si llevase la máscara de dragón solo conseguiría llamar la atención, de esta manera nadie se fija en mi mientras introduzco la mano en bolsos y bolsillos para sacar rápidamente carteras y monederos y meterlos en una negra mochila que me acompaña. Evito a toda costa, cámaras y guardias de seguridad, por si a caso alguien da la voz de alarma, nadie pueda relacionarme con el crimen.
Al llegar la próxima parada, me bajé del vagón para no levantar sospechas y al llegar el siguiente tren, me subí una vez más para repetir la acción.  A este ritmo, tendré la mochila llena antes de que llegue el medio día.

El tren Wayne. Era irónico. Parecía que, allá donde fuera, su apellido me perseguía, impidiéndome olvidar. Claro que eso tampoco era difícil en Gotham. Allá donde mirara podría ver su nombre en un cartel o su rostro en una revista. Más ahora que nadie sabía dónde se había metido. Cerré mi gabardina, impidiendo que volviera a abrirse sola ajustando el cinturón. No sabía por qué lo hacía. No tenía frío, pero había sentido una especie de extraño escalofrío. Tenía que dejar a un lado estos pensamientos... o ponerme manos a la obra, tragarme mi orgullo de gata herida y comenzar a buscar.

El tren se paró en una estación y un hombre se levantó de su asiento para salir. Me precipité sobre él de inmediato, y no porque quisiera sentarme, sino porque había dejado allí un periódico en cuya portada aparecía el apellido Wayne, acompañando una foto en blanco y negro del soltero más codiciado de todos los Estados Unidos. Centré mi atención en el artículo, y fue por ese motivo por el cual no percibí que había una ladrona en mi mismo vagón hasta que ésta se arrimó a mí con la intención de robarme. Normalmente me hubiera dado cuenta con sólo verla, y no le hubiera permitido ni siquiera rozar mi gabardina, pero últimamente andaba más despistada de lo normal. Aún así, no logró sustraerme nada. Con la agilidad que me caracterizaba, me aparté de ella y giré hasta quedar cara a cara ante aquella mujer, mientras mis manos doblaban el periódico. Mis labios se curvaron en una sonrisa burlona. Si supiera a quién había intentado robar...

- Tu técnica no es muy depurada, querida. Podría mejorarse - murmuré.

En la última parada en la que bajé, repasé con detenimiento todo lo que había conseguido, escaso... Quiero más. Es muy decepcionante ver que la mayoría de las carteras que he cogido, sólo llevan como mucho cinco dólares en billetes y monedas, pero están repletas de tarjetas de crédito que no me sirven de nada. Para no dejar rastro, levanto la tapa de una alcantarilla y las arrojo ahí, para que se pudran con el resto de la basura de la ciudad.
Subo de nuevo en el tren y repito la táctica. Recojo varias carteras de hombres, hasta que reparo en una chica que se sienta rápidamente en un asiento y empieza a leer el periódico que había allí. Una víctima perfecta, está concentrada en la lectura, lo que quiere decir que está despistada para todo lo demás. Me acerco discretamente a ella y meto la mano en el bolsillo de su gabardina. Se da cuenta de lo que intentaba, pero lo peor no es eso, si no que aquel bolsillo estaba vacío...
Desafiante se pone en pie frente a mí, mirándome a los ojos, para retarme con una sonrisa burlona y una desafortunada frase.
-Tienes razón, está poco depurada-le contesto con una sonrisa como la suya, mientras meto la mano en el otro bolsillo recogiendo lo que hay dentro-Pero efectiva ¿no crees?
Entonces le enseño lo que le había quitado, no lo había mirado porque no podía dejar de mirarla a los ojos para despistarla. Le doy una vuelta en la mano, es un móvil, parece que está apagado... Se lo tiendo y vuelvo a mirarla a los ojos.