Trazando un plan [Pamela]

Tema: Trazando un plan [Pamela] Dom Jul 29, 2012 9:33 am

Recuerdo del primer mensaje :

Trazando un plan [Pamela] - Página 2 Neon002batmanreturns

Regresé a mi pequeño apartamento tras el encuentro con mi murciélago. No podía dejar de pensar en él. Como cada vez que volvía a casa después de verle, tenía una sensación agridulce. Repetía en mi mente una y otra vez la imagen de ese beso, de sus manos acariciándome, y no podía evitar sentir algo de remordimiento por haber hecho un juramento que no era capaz de cumplir. A él no sólo le permitía lo que nunca le había permitido a ningún otro, que era tocarme y besarme, sino que deseaba irremediablemente que aquello se repitiera una y otra vez.

Tendría que controlarme si no quería que mis planes se fueran al garete. Tenía que conservar la mente fría, ser yo la que seducía a a los hombres, no dejar que ningún hombre me sedujera a mí. Si eso pasaba, estaría perdida. Volverían mis ridículos sueños de princesas en apuros y caballeros de brillante armadura. Volvería a ser débil y dependería de él, perdería mi independencia. No podía rendirme a ningún hombre... tenía que hacer que fuera él quien se rindiera a mí.

- ¿Me habéis echado de menos, bebés?

Nada más entrar por la puerta, mis pequeños corrieron a darme la bienvenida. Comprobé que en los comederos siguiera habiendo agua y comida, y después empecé a quitarme el antifaz... pero no terminé la operación. Vi sobre la mesa del salón el periódico de esta mañana. Algo en la página de anuncios me llamo la atención: el apellido Wayne. Cogí el periódico y leí con atención. Vaya, así que buscaban una criada de forma temporal para la mansión... Me pregunté a qué se debería. Nunca antes lo habían hecho. Esto debía ser cosa de Alfred. Quizá se sentía ya demasiado mayor y cansado como para ocuparse él solo de la mansión.

Fuera como fuese, estaba claro que el puesto tenía que ser mío. Por varios motivos. Primero y antes que nada, por mi plan. No me hacía ilusión servir a nadie, pero aquello me facilitaría enormemente el poder entrar y salir de la mansión cuando quisiera sin tener que andar burlando sistemas de seguridad. Segundo, porque sería divertido. Podría aprender más cosas del hombre que se escondía tras la máscara del murciélago, podría provocarle y jugar con él. Y tercero... porque no permitiría que ninguna otra se paseara por la mansión delante de sus narices.

No sería difícil presentarse ante Alfred y fingir ser una chica modelo, además de entregarle un currículum perfecto... y falso. Pero necesitaría un uniforme. Por suerte, sabía dónde encontrarlo. Volví a ponerme el antifaz y me dirigí a los grandes almacenes. A esas horas ya estarían cerrados... y si me había colado en infinidad de museos y joyerías y en un edificio gubernamental, un centro comercial era pan comido. Iría a la sección de uniformes para trabajar y "tomaría prestado" el que necesitara. Más fácil, imposible.

- Ahora vuelvo, pequeños.

Invitado

Veo, en silencio, cómo camina hacia la ventana y la abre. Me deja espacio para salir yo primero y me pregunto ahora mismo cómo me las apañaré para poder subir cargando con dos macetas. Sólo veo una solución, y no me gusta porque no me interesa que Catwoman sepa demasiado de mí, pero no me queda más remedio, todo sea por sacar de aquí a mis pobres plantitas. Así que, sin importarme si le molesta o no que me entretenga un poco más, dejo las dos macetas en el suelo y espolvoreo mi mano con un poco del contenido de un saquito que traigo encima. Luego echo dicho polvo sobre la tierra de la maceta de la planta que rescaté en mi búsqueda de la otra. Miro a esta última, la mutada, y sonrío con ternura.

―Vamos, cariño, ven con mamá, tengo un saquito de tierra sólo para ti. ―le susurro. La planta empieza a moverse de forma serpenteante y empieza a enredarse alrededor de mi cuerpo. Abro otro saquito que llevo colgado y meto sus raíces en él. Después, la otra planta empieza a hacer lo mismo, el efecto le durará por unas horas, pues este suero es temporal y la planta no está mutada. ―Así me gusta, buenas chicas. ―cojo las macetas y las alejo de la ventana, metiéndolas bajo un mueble. Después, vuelvo con Catwoman y salgo por la ventana sin ningún problema. Espero a que ella salga y escucho que dice que ha venido por los tejados, suena un poco raro, pero también mejor que venir por las cloacas. Como ella ha dicho, me ayudaré de los míos para bajar de aquí. ―Claro, como has dicho antes, son como mis hijas. ―sonrío de lado, pensando en que por ellas mataría, literalmente, y tengo que aguantarme la risa porque, de hecho, he matado a gente para protegerlas. ―La ciudad no es tan grande como parece, seguro que volveremos a vernos, tal vez… en otra situación. ―tal vez en una en la que no nos reconozcamos. Quién sabe, a lo mejor ya nos hemos visto antes. ―Hacemos buen equipo, sí. Te agradezco tu ayuda. ―le digo, aunque sin ella también habría logrado mi objetivo, de eso estoy segura, cuando se trata de mis plantas, nada me detiene, o casi nada. Maldito murciélago. ―Hasta pronto, querida. ―me despido y doy un salto hasta la rama más cercana del árbol que hay enfrente. Me hago un poco de daño en las manos al agarrarme pero no me importa. Me subo a la rama y luego bajo por el tronco. Una vez en el suelo, y sin importarme estar descalza, me echo a correr. He ido a salvar a una hija y he salvado a dos, esta noche dormiré tranquila.

FIN DEL POST

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