¿Nos conocemos? [Joker]

Era el momento, el dragón estaba preparado para sembrar el caos en Gotham. Llevaba mucho tiempo preparando mi primer golpe y por fin había llegado la noche perfecta para él. Esa noche, irrumpiría en el museo de historia de Gotham y me haría con las armas más antiguas que poseyeran. Con ellas me haría un hueco en la escena criminal de la ciudad.
Me enfundé en negro, oculté mi cabeza bajo una enorme capucha del mismo color y tapé mi rostro con un pañuelo. Como mi plan era hacerme con un arsenal "nuevo", me llevé lo más peligroso que pude encontrar, un juego de cuchillos de cocina y una honda con la que lanzar piedras, y lo escondí todo dentro de mi abrigo negro. Me llevé también una bolsa deportiva negra para guardar mi botín.
Salí de mi refugio en el parque de Gotham y caminé por las oscuras y frías calles de Crime Alley, a penas había movimiento alguno, eso no me dio un buen presentimiento, pero aún así seguí adelante. Se escuchó un trueno en la distancia, tal vez por eso no había nadie por los callejones, por la amenaza de lluvia esa noche.
Y tras caminar varios metros más, ahí estaba, el museo de historia de Gotham, un edificio clásico lleno de los tesoros más valiosos de la ciudad, del país y parte del mundo. Me dirigí hacia la puerta trasera, por donde entraban y salían los trabajadores, pero a esas horas estaba cerrada. Por suerte, no estaba bloqueada y la abri con facilidad, al otro lado me miraba fijamente una cámara de seguridad, preparé la honda y lancé la piedra contra ella, rompiendo su objetivo e inutilizándola automáticamente.
Subí las escaleras que había más allá y llegué a la planta de exposiciones, la recorrí rápidamente hasta que llegué a las estanterías con armas medievales. Guardé en la bolsa un arco y unas flechas, y un par de espadas cortas, y de la sala de la Revolución Francesa me llevé hasta tres fusiles con bayoneta. Iba a llevarme una lanza de la exposición de nativos americanos, pero entonces saltó la alarma.
Corrí todo lo que pude hacia las escaleras por las que había llegado, pero estaban custodiadas por varios hombres ocultos tras máscaras de payaso. Me temí lo peor, pero debía salir de allí inmediatamente, preparé el arco que había cogido con una flecha y la lancé contra el que estaba en la puerta, la flecha se clavó en su hombro y lo hizo caer al suelo. Preparé una flecha más y la lancé contra otro, pero este pudo esquivarla, cuando me quise dar cuenta ya lo tenía encima, era un hombre grande y fuerte, pero sólo tenía conocimientos de boxeo, yo era más habil y tenía más agilidad, por eso las tornas cambiaron rápidamente y me puse sobre sus hombros, desde donde saqué uno de los cuchillos que llevaba y le corté el cuello de lado a lado. El resto de hombres se avisaron entre ellos y cuando fueron suficientes, se abalanzaron sobre mí, sujetándome de piernas y brazos.
Me resistí todo lo que pude, me retorcí cuanto me fue posible y pataleé como una niña histérica, pero nada fue suficiente. Me tiraron en el suelo, y me pusieron de rodillas con una pistola apuntándome a la cabeza. Alcé la cabeza y le vi, en pie frente a mí, mirándome fijamente. El Joker...