Unos justos negocios [Ra's Al Ghul]

Me gusta ver como mis planes van tomando forma, soy un tipo listo, el doble de listo, y sé cuándo alguien necesita ayuda. Reunir a estos tipos que la gente corriente llama “villanos” ha sido mi obra mestra y quizá mi mayor perdición. Son personas que comparten mis ideales pero también están locos de atar, serán unos buenos aliados aunque me hundirán en la miseria. No me preocupo, si me encierran en Arkham escaparé, lo he hecho otras veces.

Lo peor de todo esto es que hasta que mi plan funcione el dinero es necesario, la cosa más injusta y el dictador invisible de toda esta sociedad me ha hecho sucumbir, ¿en que mundo vivimos si dependemos de algo tan inmaterial, inerte e innecesario como el dinero? Unos simples números han esclavizado a todo un planeta, unos pocos pueden decidir el destino de muchos, esto lo aprendí en dos ocasiones, en mi “despertar de fuego” y en mi encuentro con el misterioso líder de la organización conocida como la “Liga de las sombras”, y precisamente es a ese tipo al que he venido a buscar.

Hubiera podido desistir de mi intento pero el azar ha estado de mi lado y me ha fallado, me ha indicado la dirección a seguir y esta me gusta y me desagrada, pero no hay marcha, no hay modo de escapar. Mis informantes me han redactado una serie de lugares dónde alguna vez se ha visto al conocido como Ra’s Al Ghul, entre ellos un local de mala muerte en el que se reunió con el Pingüino, no se como debió acabar esto pero si hizo tratos con ese tipo conmigo los hará, soy mas justo que él.

Entro en el local en cuestión y todas las miradas se dirigen hacia mí, un par de personas se van a la salida trasera, asustados, no buscaba que me temieran pero lo deseaba. Me acerco a la barra y pido una copa de wiski, soy sofisticado al fin y al cabo, cuándo me la da le suelto el billete para pagárselo de forma descarada y me bebo el pequeño vaso de golpe, espero que aparezca por aquí pero me alegraría de que no lo hiciera, en fin... las esperas son deliciosas e irritantes.

No giro mi mirada, no me hace falta, cuándo oigo abrirse la puerta siento unos ahogados gritos de la gente que tengo alrededor, bien, ya ha venido. Oigo apresurados pasos que se alejan, nerviosos, él impone, será un buen financiador para mi pequeña Liga. El camarero me sirve la otra copa que he pedido, una copa pequeña, un vaso de chupito, el ver como el contenido de la botella se vierte sobre ese pequeño recipiente me recuerda a la trayectoria que hace mi moneda, como si de una necesidad vital se tratara, precisamente siento que es eso, llevo una de mis nerviosas manos hacia mi pecho, buscando desesperadamente el tacto de la moneda, cuándo lo hallo una gran calma vuelve a reinar en mi y cuándo vuelvo a apoyar mis dos brazos en la barra oigo las palabras de Ra’s. En Arkham? Es un buen sitio para enfermos mentales y su seguridad es lamentable, en mi etapa de fiscal lo visité unas cuántas veces, cuándo eres el paciente la cosa cambia, pretenden curar al médico.

No le digo nada, manteniendo mi expresión seria agarro con una mano el vaso y me giro para verle, no tiene pinta de ser alguien temible pero las apariencias engañan, lástima que yo no soy el mejor ejemplo, ¿un ejemplo? Quizá cualquiera de los hipócritas de la fiesta de Wayne... reprimo apretar mi puño fuertemente. Alzo la copa a modo de brindis en dirección a Ra’s y luego me la llevo rápidamente a la boca, de un trago la bebo, la pega de mi nuevo aspecto es que a veces la bebida cae por mi lado mas... diferente. Me lo limpio con la mano libre mientras le respondo con un amargo tono de voz:

- A medias...

Dejo la copa con un pequeño golpe en la mesa, giro un poco la mirada para ver como el camarero se sobresalta y viene apresurado a ponerme otra bebida, pobre tabernero, que se joda. Permito que me sirva mientras hablo a Ra’s:

- Te buscaba a ti para hablar de negocios... los negocios relacionados con... - Veo que el hombre que me sirve está poniendo la oreja, pretende ser disimulado, no hay porque matarle, pero tiene todas las razones para hacerlo, dejo que se vaya, no es momento para mancharme de sangre, entonces continúo- esa propuesta de la que hablamos en nuestro anterior encuentro...

Callo mientras uno de mis dedos empieza a pasearse por los bordes de mi copa, simulando a mi moneda, su tacto es casi parecido, nada es comparable a ella.

Me gusta que acepte esta improvisada reunión, mis planes se van desarrollando bastante bien, de momento no he tenido muchos contratiempos salvo mi pequeña estancia en Arkham, y hasta eso fue algo bueno para ciertos aspectos de mi plan. Dejo de deslizar mi dedo por la copa para dirigir toda mi atención en el misterioso hombre que tengo delante, el vaso sigue lleno, ahora no me lo beberé, hay negocios de los que hablar, y todos muy urgentes. De momento me aseguro de que nadie esté poniendo la oreja, si lo hacen me dará igual sacar mi pistola aquí en medio porque habrán descubierto un aspecto crucial de todo este movimiento que estoy planeando.

Igualmente no le quiero dar demasiada importancia a este tipo en lo que está por venir, la otra vez que nos vimos defendía demasiado a su Liga y no lo veía demasiado receptivo a unirse a mi organización cuándo se lo propuse, pero tiene bastantes riquezas y seguro que ambos buscamos un mismo objetivo, por lo menos muy parecido si que será.

- Estoy reuniendo a distintas personas, personas... interesantes, como bien le comente en nuestro anterior encuentro y los Narrows no son el lugar mas discreto, digamos que llamaríamos mucho la atención... te propongo un trato justo para ambos.

El plan funciona como había previsto pero no me gusta nada el tono con el que me habla Ra’s y sus palabras, ¿hacer alguna tontería? No soy tan impetuoso como lo pueden llegar a ser otros tipos. Muestro una mueca de enfado tras esas palabras pero igualmente el balance de su propuesta es bastante positivo, eso le salva, y me ha dado a entender que participará en mi pequeña propuesta, quiere algo a cambio, como todos que conozco, no dan nada gratis, me recuerda a los tipos para los que trabajaba antes, aparentemente como “fiscal del distrito” pero era una marioneta de un sistema podrido. Igualmente, lo que pide parece que es lo justo pero no estoy tan convencido, los términos de nuestro acuerdo los discutiremos a su debido tiempo. Ahora sí que agarro mi pequeño vaso y bebo su contenido de un rápido sorbo sin perder de vista al aún misterioso hombre que tengo delante, dejo con un golpe el vaso en la barra para responderle:

- Me gusta como piensas, Ra’s, pero no me gusta lo que insinúas, me eres útil, esa es la única razón por la que aún sigues vivo y tu también me necesitas, así que de momento mantengamos esta pequeña alianza, llévame a tu lugar secreto.

Le digo poniéndome en pie, el camarero se gira al verme moverme y tras ver que me he levantado se escabulle disimuladamente hacia el interior del bar, en un tranquilo movimiento mis ojos observan al resto de clientes que han girado las miradas hacia mí, me gusta que me presten atención, saben quien manda pero ahora no me centro en estos patéticos rateros, me centro en un verdadero socio en esta pequeña cruzada.

Asiento y empiezo a caminar, tranquilamente abandono el bar y nos adentramos por las oscuras calles de los Narrows solamente iluminadas por alguna que otra farola, somos como dos sombras en la ciudad, sabemos movernos por ella sin llamar mucho la atención, tener un aspecto como el mío hace que eso sea algo crucial, en cambio, Ra’s se mueve como un ninja, sin hacer apenas ruido al moverse, es interesante. Cruzamos una calle, y otra, y otra, todas están sucias y en cada una de ellas alguien duerme en la calle entre cartones, la decadencia de Gotham tiene muchas formas, esta es una de ellas.

Finalmente llegamos a un gran polígono industrial, Ra’s se acerca a un almacén en especial y entra, yo me muestro receloso, sigo sin fiarme de él pero el riesgo merece la pena, no lo merece, podemos tener un lugar de reunión, será útil en el futuro, pero es peligroso, todo lo que hacemos lo es. Finalmente entro.

Aparentemente oscuro, aparentemente vacío, solo las palabras de Ra’s me hacen fijarme en que ciertas figuras se mueven entre las sombras, malditos locos, esta ciudad está llena de ellos. Echo un rápido vistazo, no he llegado hasta aquí siendo confiado, he llegado hasta aquí no fiándome de las apariencias, el hacerlo me costó medio rostro la última vez... nunca mas. Lo miro con una expresión de desconfianza pero igualmente decido hablar, no hablo mirándole sino que lo hago mientras me paseo por el almacen:

- Buen sitio Ra’s, apartado y grande... de eso quería hablarte. Seguro que Batman tendrá su guarida en algún lugar y allí se reunirá con sus pequeñas cobayas humanas, la justicia me dicta que eso no sería justo para mí... ¿entiendes de lo que hablo?

Al parecer me ha entendido a la primera, no he hecho más que decirle lo que quiero implícitamente e incluso un tipo como él puede llegar a entenderlo, algo siente alegría tras su comentario en mi interior pero esto no se expresa exteriormente como ya es costumbre en mi ser y sigo manteniendo un semblante serio mientras mi mirada observa minuciosamente los rincones oscuros de este almacén, me siento en peligro constante con una secta de ninjas asesinos a mi alrededor, ¿pero que es de esta vida sin los riesgos? Y más si son por una causa justa.

Viendo que Ra’s va a estar dispuesto a colaborar conmigo creo que se merece por lo menos que cuándo le hable le mire a su rostro, me giro y lo miro a los ojos, unos extraños y misteriosos ojos, normalmente la gente expresa lo que siente por ellos, si están asustados, alegres, etc... Pero este hombre no, es diferente, eso me gusta pero lo detesto profundamente. Subo ligeramente la comisura derecha del labio haciendo que acabe en una tímida sonrisa para luego dejar que las palabras salgan de mis labios, unas palabras triunfantes pero a la vez abatidas, deseosas y temerosas de aceptar su destino:

- Exactamente Ra’s, tu quieres acabar con él tanto como yo, ¿Por qué no trabajar juntos? Yo te proporciono verdadera ayuda, una ayuda mejor que los ninjas que ahora mismo me rodean... - Digo señalando hacia la oscuridad sin apartar la mirada de mi receptor.- Tipos verdaderamente interesantes a tener en cuenta y tu a cambio simplemente has de convertirte en mecenas de esta pequeña compañía de arte... ¿tengo que seguir convenciéndote de hacer un “cambio de aires”?

Para nada quiero que abandone su liga, mejor atacar a dos bandas, solo quiero que me financie un buen lugar de reunión, no este cutre y cochambroso almacén, nosotros merecemos algo con mas estilo, al fin y al cabo represento a la justicia.

Observo dos cosas en su voz, es orgulloso y parece que muy leal con su Liga de las Sombras, si aún no se han encargado de Gotham no debe ser muy poderosa como para darle tanta coba pero supongo que algo de razón debe tener, al fin y al cabo no es un tipo cualquiera y tengo la impresión de que los ojos que ahora me vigilan esperan una señal de Ra’s para abalanzarse sobre mí y eliminarme, he de procurar no darle la oportunidad de hacer esa señal, seria una idiotez por su parte, y por la mía.

- Lo único que conozco y que de verdad me importa es que hasta ahora no ha habido resultados, tiempos desesperados medidas desesperadas, creía que alguien como tú lo podría entender.

Por otro lado, lo importante que visualizo también en sus palabras es que ya son un sí para mí, reprimo una sonrisa porque no quiero parecer confiado, la experiencia me ha permitido ver las cosas en perspectiva y no fiarme nunca de nadie, la última vez que lo hice destrozaron mi vida entera, me da igual que quiera un templo para él solo, no tengo necesidad de preocuparme por sus intereses si no concuerdan con los míos o se interpone entre mí, lo único que me importa es que yo pueda reunir a mi grupo sin tener que preocuparme de intromisiones inoportunas.

- Estoy de acuerdo Ra’s, al fin y al cabo tu financias. - Le tiendo la mano como medio para sellar nuestro acuerdo- ¿Quieres una nueva Gotham? Yo te la daré.

Hace escasos instantes ha accedido implícitamente a financiar mi nuevo lugar de operaciones pero ahora habla explícitamente tras comentarme lo de sus “fracasos” intentando que me crea toda esa bobada de los resultados inminentes y de los impacientes. Me aparto un poco de él llevándome la mano a los bolsillos, tengo un par de ideas, vuelvo a mirar a la oscuridad, aunque no los vea sé que muchos ojos se posan en mí y eso me altera, no me gusta que alguien me observe en las sombras, siempre he sido alguien que iba de cara con todo el mundo, siempre que lo vea justo, y no me gusta que la gente no haga lo mismo. No soy estúpido, no podría hacer nada contra estos tipos disfrazados de ninja, son demasiados.

Volviendo al tema que me importa de verdad, lo de la incompetencia o el Gran Hermano de su liga me importa bien poco, quiero saber mas de ella ya que puede serme útil, tengo que centrarme en lo importante, decidir los aspectos de mi base, como de costumbre mi mente ha pensado dos posibles opciones para esta nueva base, una centrándose mas en lo que son las medidas de defensa agresivas y otra con unas medidas defensivas un poco mas relajadas pero igual de efectivas, agarro la moneda de mi chaqueta, me encanta sentir el tacto de la plata en mi piel pero tengo que lanzarla, observo la trayectoria hasta que vuelve a posarse en mi mano y muestra el lado sin desfigurar de la moneda, la encierro en mi puño fuertemente y la mantengo allí mientras le hablo a Ra’s:

- No entraré en el tema de la competencia de tu organización porque ahora no importa, ni nunca, lo que desearía para esta nuevo lugar de reunión sería las comodidades adaptadas para todos los miembros, cada uno tiene su “particular” modo de vivir y para potenciar el rendimiento lo mejor sería que cada uno tuviera una especie de santuario para él solo y que la sala de reunión principal esté acomodada a todas sus necesidades, la construcción se ha de llevar en un lugar escondido y con medidas de camuflaje, no quiero interrupciones del exterior.

Coincidimos, coincidir con un hombre como él puede ser una ventaja que puede suponer una desventaja para mí. Nuestros ideales parecen coincidir, unos ideales, impuestos para mí, de una sociedad nueva, sin ataduras políticas y por encima de todo, una sociedad realmente justa. Cada sociedad tiene sus símbolos arquitectónicos, los egipcios tenían las pirámides, los medievales los portentosos aunque lúgubre castillos, el vaticano con la Capilla Sixtina, sin duda esto si que es un símbolo de opresión e injusticias, la historia me da la razón. Ahora este hombre que aún es misterioso, son solo negocios, y yo hablamos del próximo símbolo mundial de la próxima sociedad que está por venir, fuera capitolios, fuera estatuas de la libertad, lo único que representará a este nuevo mundo será la vista de una construcción arquitectónica que se encargue de regir la justicia.

La desventaja que supone tratar con Ra’s Al Ghul es la constante amenaza de su “Liga de las sombras”, observando el entorno entiendo el porqué del nombre, sé que hay gente observándome y eso me pone ligeramente nervioso pero me altera mas el no poder verlos, en cierto modo me recuerda a la técnica usada por Batman, y estoy seguro que hay gato encerrado en este trato, no puede ser que haya decidido a financiar una construcción que supondrá un gran derroche para él cuándo hemos mostrado claras diferencias entre ambos, trama algo, soy bueno intuyendo eso, no me fío de él, es un criminal.

¿Una semana para los planos? Lo miro a los ojos pensando en esto, lo he pillado desprevenido y una semana es un plazo mas corto de lo normal, recuerdo mi época de fiscal, parece que explique una anécdota que me han contado, en la que los planos de una nueva autopista tardaron un mes en llegar, cierto que esto no es lo mismo y me sorprendo por la rapidez, internamente, externamente simplemente me limito a asentir con un gesto de mi cabeza.

¿Un nombre? Claro que he pensado alguno, y otro, tengo dos opciones válidas por las que llamar a este nuevo santuario de la Justicia, será el punto de reunión de un congreso de personas que se encargaran de traer un nuevo periodo histórico y ha de tener un nombre acorde con esto, los dos nombres que he pensado son bastante acordes, los he decidido minuciosamente pero igualmente siento curiosidad por ver que nombre ha pensado él:

- Digamos que la prioridad no es denominar esta nueva construcción sino mas bien construirla, estoy convencido de que tomarás las mejores medidas de seguridad para evitar que ni un mísero dato se filtre, ¿o no? Aunque ya que lo dices... yo pensé en un par de nombres como “El Santuario” o “El salón de la Justicia”.

En cierto modo me tranquilizo cuándo me asegura la total confidencialidad del proyecto, eso puede suponer un claro beneficio para mí pero igualmente no paro de sentir un sentimiento de alerta, algo que me impide confiar plenamente en él y es una reacción natural, es el líder de una organización secreta que se mantiene a la sombra literalmente y esto causa una sensación de incomodidad y de constante peligro, no quiero que me traicione y estoy seguro que intentará algo, tiene la pinta de ser el hombre que solo piensa de puertas a dentro y olvida que los demás también tenemos la venda quitada. Este sentimiento no para de decirme, como si de una voz en un susurro se tratara, de que debo abandonar este lugar e irme por ahora, iré viendo el progreso de vez en cuando pero no paro de sentir los ojos fantasmas encima de mí y eso me incomoda... claro está que esto solo representa la mitad de mis sentimientos.

Escucho atentamente sus propuestas para el lugar de localización y el nombre, dos aspectos, uno mas importante que el otro pero ambos necesarios, no sabría decir si me gusta o no, los pantanos de Gotham es un lugar, como bien dice él, aislado en cierto modo e idóneo para esconder algo, pero es esa obviedad lo que le hace el peor lugar posible, aparte de la increíble suciedad de alrededor y del ambiente húmedo y tenso del lugar... es un lugar interesante, es el peor para construir. En cuánto al nombre... ¿Salón de la Condena? Es un nombre demasiado explícito, es un buen nombre aunque soy más partidario de enseñar implícitamente que ese es el lugar donde se regirá el nuevo orden, un orden que condenará mediante la justicia a los que no admitan la nueva historia, no aparto la mirada de Ra’s, mi cabeza no para de debatir si aceptar ese nombre, abro mi mano izquierda, la que ahora muestra la moneda y la lanzo al aire, solo aparto la mirada seria del señor Al Ghul para observar absorto la trayectoria de esta, cuándo desciende y se posa en la mano el lado marcado de la moneda manda mis palabras. Al mismo tiempo que vuelvo a cerrarla formulo mis palabras:

- Los pantanos de Gotham será ideal, Ra’s, pero asegúrate de activar todas las medidas de seguridad posibles, no toleraré ningún fallo y quiero que se me informe de cada progreso que se haga, el nombre puede servir para lo que quiero expresar con este proyecto, espero que me informes de todos los avances que se produzcan...

Digo tajantemente, estoy a punto de poner punto y final a este pequeño encuentro que me ha beneficiado, estoy a la espera de saber en que se beneficia él pero estoy seguro de que no será nada que me satisfaga a mí y, por tanto, no me lo dirá, es listo... me gusta este tipo, es peligroso.

Estrecho la mano con él sin apartar mi mirada de sus ojos, no me engaña, esto ha sido demasiado fácil, como todo el mundo solo busca mi destrucción para que no lleve a cabo la purificación correcta para la sociedad, él cree que su idea de sociedad es lo mas correcto que puede hacer pero se equivoca, no ha vivido lo que yo, no ha visto lo que yo, simplemente es un sectario de pacotilla pero estoy seguro de que planea algo contra mía, no me engaña. Escucho sus palabras y asiento ligeramente cuándo vuelve a recordarme lo de la semana.

Cuándo suelto su mano oigo ruidos, unos ruidos que mi cerebro relaciona con el de armas desenvainándose y en un impulso me llevo la mano a mi bolsillo y a la par que me giro saco una pistola y enfoco a la oscuridad, no veo nada, mierda, mi mirada guía la pistola que recorrre la oscuridad, mentiría si dijera que mi corazón no está acelerado, son demasiados y si me atacan estaré muerto, estúpido Harvey... por favor, que me ataquen. Las palabras de Ra’s me obligan a mirarle de reojo, bien, así me gusta, que no ataquen a quien saben que les puede ser demasiado útil pero no, no les digas nada, la muerte solamente es la redención.

Respiro hondo para acto seguido bajar la pistola, la guardo en su lugar y vuelvo a girarme a Ra’s, esta vez hablo con un tono claramente arrogante:

- Deberías controlar mas a tus hombres... yo no tolero la insubordinación, espero que la construcción no lleve muchos problemas y se haga rápido, así que si no hay mas temas que tratar podemos dar por finalizado este encuentro... - Me voy dirigiendo hacia la salida con ambas manos en los bolsillos, quiero salir de este lugar, corro peligro, podría quedarme, cuándo sigo hablando lo hago sin mirarle y sin detener mi avance- Y Ra’s... no tientes a la suerte.

Concluyo cuándo salgo de allí y me adentro en la fría noche de Gotham, un frío que precederá al calor del nuevo mundo, un nuevo mundo sin injusticias y moldeado a mi imagen, sin problemas con la gente que busca mi destrucción, porque perecerán ante mí... todos lo harán.