HISTORIA DEL FORO
Una ciudad grande, aunque no tanto como su vecina, Columbus. Se caracteriza por su clima agradable y sus hermosos paisajes, y vista desde fuera nadie diría que esa ciudad de aspecto tan acogedor y jovial fuera el hogar de las mentes más perturbadas y crueles que el mundo pudiera conocer. Y es que desde los años 40 en adelante la localidad vio nacer y crecer - y morir - a los cuatro asesinos en masa más desalmados conocidos en su historia, cada uno en un extremo de la ciudad.
El primero fue Frederick Krueger, nacido en la peor y más trágica de las circunstancias para después ser maltratado. Psicópata desde niño y asesino ya en la adolescencia, de adulto los niños fueron su debilidad, llegando a asesinar a unos 20 y siendo él mismo juzgado y asesinado por los padres de las víctimas.
El segundo, Jason Voorhees, un niño discapacitado criado por una madre psicótica con tendencias violentas excepto hacia su pequeño. Jason fue dado por muerto en el campamento que daba nombre a su hogar, Crystal Lake, a sus 11 años tras ser perseguido y acosado por unos compañeros de campamento. Su madre se vengó en los monitores que no hicieron nada por evitarlo.
El tercero se llamaba Charles Lee Ray. Asesino en serie que disfrutaba matando de las formas más creativas y llamativas posibles que, con 38 años, dejando atrás una larga lista de víctimas y por medio de magia vudú traspasó su alma a un muñeco Good Guy, un muñeco muy aclamado en el año 88, para así vengarse y seguir matando impunemente.
Y por último y no menos escalofriante, el cuarto, Michael Myers. Mató a la mitad de su familia con tan sólo seis años porque unas voces se lo ordenaban, voces que siguieron susurrándole años después para que no dejara de hacerlo.
Aparentemente todos fueron vencidos en su momento, y los ciudadanos deseaban poder volver a la calma y al bienestar que parecía que jamás volvería. Aunque las muertes cesaron y los ánimos no volvieron a ser los mismos, la gente era optimista y los forasteros, que normalmente no querían poner un pie en la ciudad a menos que estuvieran de paso comenzaban a pasar más tiempo por sus calles.
Abril, año 2012, en plena recesión. Los habitantes no hablan de lo sucedido en el pasado, las nuevas generaciones sólo quieren vivir el día a día a tope, pasárselo bien y twittear. No sienten el cambio en el ambiente, la calma antes de la tormenta.
Los fantasmas del pasado vuelven para cobrarse la venganza definitiva, pero no en los supervivientes, sino en sus descendientes.