Una misión por encontrar.

¿Qué que hago yo en San Francisco? Mia está en Gotham investigando pero no ha habido suerte y yo necesito resultados pronto así que acudiré a la ayuda de un profesional. He llegado esta mañana en avión, la gorra y las gafas oscuras han evitado que me reconozcan y las pocas veces que he usado el pasaporte lo he hecho con uno falso, nadie debe saber que Oliver Queen estaba aquí y nadie debe ver a Green Arrow, y menos con lo que tengo planeado hacer. Me han “chivado” que han contratado a Deathstroke para hacer un trabajo en la ciudad, no es algo muy concreto pero Slade no se esconde que digamos, si me doy una vuelta por los barrios bajos seguro que encuentro a alguien que se acuerde de quién es el chiflado de la máscara dicromática. He alquilado un pequeño piso a un japonés, en negro por supuesto, y lo he usado para cambiarme y salir por la ventana hacia la azotea, no creo que el hombre a quien iré a ver esté muy contento de verme, sobre todo después de lo de su ojo pero debo intentarlo, si se pone agresivo no me controlaré, necesito saber si sigue siendo igual de eficaz que lo era antaño, para este trabajo necesito profesionalidad.

Un camello me da una pista, ha visto a alguien con la descripción de Deathstroke por los barrios bajos, un tabernero de un bar de mala muerte me dice entre súplicas lo que necesito, está buscando a un asesino. En ese momento entran un par de chavales fácilmente influenciables hablando de un tipo con un rifle de francotirador a unas cuántas manzanas de aquí, lo que les saco no es más que la edad de sus madres y las responsabilidades que tienen con ellas, los dejo allí y subo a la azotea intentando ver algo a medida que me acerco a la dirección que me han dado los chicos, el cansancio no me afecta, no me preocupo de donde piso porque la rabia me hace pisar correctamente, la rabia me hace moverme como nunca me he movido, con una agilidad y una habilidad pasmosa, el deseo de venganza me anima a dar un paso más y cuándo encuentro a dos individuos, una mujer y el otro Slade Wilson AKA Deathstroke, me dice que entre en acción. Cargo una flecha y la disparo hacia el rifle de la mujer, cuándo sale disparada me acerco a ellos y al llegar veo que la flecha se ha cargado el rifle de la mujer y que ambos me miran:

- Bien señoritas, ¿no os han dicho que no debéis jugar con estos juguetes que podéis sacar un ojo a alguien?

Miro con una sonrisa pícara a Deathstroke.

Mierda. Alzo el arco y disparo procurando apuntas a Slade pero su velocidad es demasiada y la flecha simplemente lo roza sin provocarle ningún daño. La siguiente flecha que disparo tampoco evita que Deathstroke asesine a otra persona provocando un accidente de tráfico e incluso una explosión, no me atrevo a mirar pero el humo y el resplandor rojizo que se desprende ya es suficiente para darme cuenta de que se ha liado una buena, pero esta es la ciudad de los Titanes, ellos se podrán encargar de esto, sino… no puedo pensar en eso, yo necesito atrapar al mercenario, lo necesito. Cuándo empiezo a correr se me abalanza un cuerpo herido que agarro para evitar que se caiga y dejo en el suelo para rápidamente comprobar su herida, mierda… miro hacia la dirección por la que se escapa Deathstroke y en mi cabeza repaso todas las opciones: encontrar a Slade es muy complicado pero no puedo dejar que esta mujer muera, por muy asesina que sea… asesina, de golpe mi mente se encuentra en otro sitio, en un sitio oscuro, solo oigo ruido de cadenas y una luz ilumina a una mujer desnuda colgando de ellas, herida, la sangre impera, de repente aparece un cuerpo de entre las sombras, no distingo la cara y lleva un cristal en la mano, grito pero no me oyen, el hombre realizo un contundente movimiento con el cristal y… Grito de rabia y vuelvo a estar en el tejado, miro con una rabiosa mirada a la asesina que me mira suplicante, cojo su mano y se la coloco en su herida:

- Aprieta fuerte si quieres vivir…

Veo a Slade que lleva encima a otro tipo y me dedica unas palabras antes de irse, no sonrío, esta vez no pues empiezo a correr detrás de él. Bajo por donde él lo hace esquivando los obstáculos propios del lugar con extrema agilidad y soltura, incluso vacilando de las habilidades atléticas que mi cuerpo posee. Al llegar abajo veo una moto que lleva un paquete humano detrás, es ese, mierda… cojo una flecha con un cabo en la punta y apunto para disparar antes de que la moto gire y se pierda entre la ciudad. El cabo se clava en esta y me agarro fuerte cuándo salgo disparado hacia ella, cuándo voy a chocar contra la pared inclino mi cuerpo de modo que sean mis pies quienes que caminen de forma vertical en ella y después acciono un botón pues no es un cabo normal, es especial, trucado con un ligero motor que recogerá la cuerda y con la suficiente fuerza y resistencia para aguantar mi peso en movimiento. A medida que me acerco a la moto el desequilibrio es menor, sin observar si me ha visto o no veo que hay bastantes coches por la carretera que pasamos y me subo en uno de ellos sin soltar la cuerda para evitar que los choques me dañen, así puedo acabar de recoger la cuerda y observar el cuerpo de atrás, que…

- ¡Slade! ¡No he venido a pelear!

Me mantengo sujeto a la parte trasera de la moto con dificultad, veo como el hombre que lleva de paquete está inconsciente y las sirenas se sobreponen al viento de la velocidad y llegan a mis oídos, al girarme veo el dicromatismo que presentan el rojo y azul y las palabras de Slade hacen que lo mire con rabia… utilizarme, genial. Pero lo necesito, necesito hablar con él para contratarlo, necesito que descubra quien hizo eso… lo necesito y pronto. Bien, ¿quiere que me libre de la policía? Perfecto. Ahora mismo no puedo entrar en su frecuencia de radio y me han visto pero siguen así, supongo que les importará más quien lleva que quién esté en la moto, pero no les puedo hacer señales si quiero mantener mi posición en la moto así que las medidas drásticas deben ser tomadas. Llevo una de mis manos a mi bota y de ella agarro un pequeño dardo con una bola en la punta, uno de los pequeños juguetitos desarrollados por Queen Industries, lo lanzo a la carretera después de accionar el botón y veo como al chocar contra el asfalto se despliega toda una hilera de pinchos que provocan que las ruedas de la policía peten y los coches pierdan el control pero sin volcarse… por suerte, ya me llevaré bastantes palos por esto. Ahora a lo importante.

Agarrándome en el asiento observo al hombre que lleva a Slade de paquete obligándome a colocarme en la punta arriesgándome a que el vehículo vuelque, el hombre parece balbucear cosas que no acabo de entender, necesito salvar a ese hombre para poder encargarme de Slade. Miro el tubo de escape rugiendo y entonces grito a Slade esperando que me oiga:

- Quieres llevar a este tipo al Hospital, perfecto, eres un buen mercenario, estamos cerca, déjalo y luego tu y yo solucionaremos nuestras diferencias.

No espero que me haga mucho caso pero la voz amenazante esta vez no es fingida, es real, y estoy seguro de que lo ha captado. Si nos mantenemos en marcha y él conduce le costará más atacarme y al hombre que se interpone entre nosotros, tengo que  pensar algo para inutilizarlo de alguna forma por si no le apetece nuestro negocio aunque lo dudo, es un mercenario, dale un maletín lleno de billetes y matará a su propia madre.

La moto prosigue su camino y yo maniobro mi posición ligeramente para contrarrestar los movimientos de Deathstroke y seguir manteniéndome en la moto a la vez que observo como llega hasta el hospital más cercano, no se detiene en la puerta sino que entra dentro del edificio y es entonces cuándo salto para que la moto siga su camino. Deduzco que no puede andar mucho por aquí dentro así que lo mejor, y para ahorrarme futuras heridas, es que yo me baje del vehículo.

Hago bien pues no mucho después la moto vuelca, veo como los médicos asisten a la víctima de Slade y como él, herido, empieza a huir, corro tras él pero aun estando herido es bastante rápido. Empezamos a subir hacia arriba, cargo el arco por si tengo que disparar flechas en el menor momento y sigo subiendo alerta a cualquier mínimo ruido. Él puede ser rápido, fuerte, ágil y todo lo que quieras, pero yo soy un cazador, y esto es lo que hago, no podrá pillarme desprevenido tan fácilmente. Llego hasta arriba del todo y veo una puerta cerrada que seguramente dará a la azotea del Hospital. De una patada hago que se abra la puerta de forma brusca y repentina mientras yo accedo de forma rápida a la azotea apuntando a medida que aparece el ángulo de visión, encuentro a Slade y entonces disparo la flecha que ya estaba tensada en mi arco para ponerme lo más rápido que puedo a cubierto tras unas tuberías que hay en el suelo y que me sirven para protegerme si estoy sentado. Observo la azotea buscando un nuevo lugar en el que protegerme.

- ¡Deathstroke! No he venido a pelear, te vengo a contratar.

No me vuelve a disparar, algo positivo porque nunca se sabe cuándo te puede dar una bala suertuda y acabar contigo, es el gran peligro de mi carrera como superhéroe, no tengo invulnerabilidad como Superman o una armadura especial como Batman, yo simplemente llevo un uniforme de ropa normal y corriente. Oigo pasos pero aún no miro por el borde por temor de que simplemente esté intentando que me confíe y luego darme el golpe de gracia.

Sus palabras provocan una ligera risa en mi rostro pero cuando oigo como se sienta cerca de mí, aparentemente al otro lado de la tubería que me protege la sonrisa se borra y vuelvo a ponerme alerta. Observo el cigarro que lanza a mi lado, es una colilla y giro un poco la cabeza para mirar a la tubería, un presente…

- Bien Slade, no me puedes culpar de querer esconderme, cuándo te alteras te vuelves muy agresivo y no soy a prueba de balas. Ahora si ya te has calmado te ofreceré algo que seguramente te interesará: busco a un criminal, no sé quién ni como es solo sé que merodea por Gotham, no es un trabajo fácil por eso he pensado en ti. ¿Qué me dices?