De los cimientos del ayer, un nuevo futuro se alzara hoy {Hal Jordan}

De Central City a Coast City, nunca un viaje la había cansado tanto como aquel largo trayecto en avión. La pelirroja se hallaba acostumbrada a aquellos trajines, después de todo su gusto por visitar lugares y su profesión la habían llevado muchas veces a coger un avión o su coche y perderse un par de días. No obstante, por alguna razón desconocida, aquella ocasión había sido distinta a otras lo que propicio que se durmiese durante el vuelo. Fortuna la suya que ya hubiera realizado parte del trabajo estando en Central City, cuando su jefe le pidió que fuese a la recién reconstruida Coast City para hacer un reportaje. Ella acepto, como era evidente, deseosa de contemplar con sus propios ojos la nueva ciudad. Junto a ella, se encontraba su cámara, quien parecía demasiado ocupado intentando ligar con una azafata como para percatarse del descanso de Iris West. Como ya era costumbre en los vuelos, ciertas turbulencias hicieron que se moviera levemente, pero no llegaron a despertarla. El trayecto entre ambas ciudades finalizo sin problemas ni alteraciones de ningún tipo, aunque cuando los parpados de la mujer de ojos aguamarina se abrieron, supo darse cuenta de que el chico que la acompañaba parecía sumamente aliviado por el final del viaje.

Habiendo salido del avión y sin necesidad de tomar maletas pues ya cargaban con el equipaje de mano, abandonaron en aeropuerto. Desde allí, fue un taxi el que les condujo a la ciudad, a no más de unos diez minutos de distancia. La vitalidad parecía mostrarse por cada rincón que fuese contemplado, aquella chispa de vida que era necesaria ya la poseían. Y pensar que no hace mucho todo había sido tan distinto… A Iris le sorprendía todo aquello, aunque no lo demostró en sus facciones. Un silbido escapo de los labios del cámara que la acompañaba, como si él hiciera por ambos la recreación de sus sentimientos y emociones al contemplar todo aquello. – Y todo esto gracias a Linterna Verde… Quién iba a decir que un solo hombre cambiaría tantas cosas. – La voz del chico no se hizo de rogar, aunque sus palabras fueron acertadas. Ella asintió, de acuerdo con ello. No en balde, Central City estaba en una situación semejante, ahora que lo pensaba, muchas ciudades lo estaban. – No te sorprendas tanto, hablamos de Linterna Verde, ¿Qué no sería capaz de hacer? Es lo mismo que Flash en Central City. – Un corto debate se produjo posteriormente en el interior del taxi, siendo participe del mismo el hombre que lo conducía, un afroamericano de mediana edad que, al escuchar la conversación entre ambos periodistas, apago la radio del vehículo e inicio la conversación con ellos.

¿Quién de los dos era mejor? Apenas había conseguido bajar del taxi cuando todas las palabras relacionadas con esa pregunta continuaron en su mente. Obviamente, para los habitantes de Coast City sería su héroe local. Para los de Central City, Flash. Un debate que no poseía final ni tampoco punto medio, pero que como periodista era imparcial y no puntualizaba nada. Apostados en el parque de la ciudad, donde las vistas eran sin lugar a dudas tan hermosas como enriquecedoras, decidieron llevar a cabo el reportaje. Los altos arboles que los rodeaban, la fuente central con la estatua conmemorativa, los niños corriendo de un lado a otro a pos de jugar entretenidos pero, sobre todo, seguros… Mientras se preparaba para salir en el aire, cosa que se produciría en apenas un minuto, aprovecho para contemplar todo aquello que la rodeaba. Un remanso de paz, labrado en los cimientos del horror, que se había producido en menos tiempo del esperado. “ ¿Por qué el mundo necesita a los superhéroes? Cuando era pequeña, no había creído en ellos centrando su atención en el héroe corriente, sin embargo, con la madurez y las demostraciones, había alcanzado una respuesta: Para que, cosas como las que se desarrollaban a su alrededor, pudieran darse lugar.

5, 4, 3, 2, 1…

– Aquí Iris West para noticias Picture News. Buenas tardes queridos telespectadores, como podemos contemplar no me encuentro en Central City, sino en la reconstruida y hermosa ciudad de Coast City donde… –

Y así todo volvió a comenzar, una vez más.

Coast City es para mí lo que Gotham para Bruce o Star City para Oliver, es mi ciudad y la verdad es que fastidié pero bien en el pasado, dejé que fuera destruida por un villano que no conoce la compasión arrasando millones de vidas inocentes y propiciando mi caída al vacío de la villanía y la corrupción… tras mi regreso después de pasar algún tiempo como Spectre me prometí a mí mismo que nunca más, que a partir de ahora huiría todo lo que significara caer en el vacío y eso se traduce en no muertes, no asesinatos, soy un héroe como debo serlo, soy un Green Lantern como debe ser un Green Lantern… a mi manera. Los Guardianes no entienden mi peculiar modo de actuar, ellos prefieren la rigidez y la obediencia a las normas establecidas, yo prefiero guiarme por mi instinto y por lo que creo justo o no olvidando lo que el código de GL diga, aunque claro siempre tengo que atenerme a ellos pese a que procuro que sea lo justo.

Ver como la ciudad poco a poco va recuperando la vida que tenía antaño es una gran alegría para mí, al principio de su reconstrucción solo vivía mi hermano por aquí y pocas personas más pero poco a poco, y gracias a mi colaboración como Green Lantern, la ciudad va recuperando su antiguo esplendor, me alegro no ser el protector de una ciudad corrupta como Gotham o de un bullicio como Metropolis, me gusta mi ciudad y por eso ahora mismo ando paseando como Hal Jordan por sus calles, viendo como los niños juegan en la calle con mi chaqueta de piloto de cuero marrón y mis vaqueros azules con el anillo firmemente colocado en el dedo índice de mi mano dispuesto a activarse con una orden mental mía cuándo yo lo quiera, definitivamente es una buena vida.

A medida que me acerco al Ayuntamiento veo una agrupación de gente al fondo que me llama la atención, al lado veo una furgoneta de la televisión y entonces entiendo algo que no me extraña porque estos días es algo realmente normal y cotidiano… la resurrección de la ciudad es un hecho que no ha pasado desapercibido por la gente del exterior y aprovechan cada mínimo avance para traer a reporteros que transmitan el día a día de una ciudad joven, de la versión renovada de una Coast City antes y la mayoría de periodistas que vienen son LAS… los directivos de las televisiones saben muy bien lo que vende. Me acerco a la cantidad de gente y entre ligeros murmullos alcanzo a escuchar una voz femenina que afirma mis sospechas… ¿Iris West? ¿Será la misma Iris West de la que me habló Barry? Supongo que sí, también era periodista, mirando al furgón veo que es de Central City y sonrío, sí, definitivamente es esa Iris, pero por lo que me contó el rapidín ella lo conoce por su identidad de civil.

Me aparto de la multitud para proseguir con mi camino y me fijo que al lado del ayuntamiento están construyendo un edificio, es normal, el centro de la ciudad ha de ser la parte más alta e imponente y que arriba del todo hay una grúa moviendo una gran barra de acero que ahora mismo se encuentra suspendida en el aire, abajo hay un hombre con un walki talkie dirigiendo toda la operación y de repente se oyen gritos que piden que desalojen rápidamente los alrededores que la grúa está descontrolada, esto no es bueno… Miro a los alrededores buscando un sitio apartado y entro en un pequeño callejón como Hal Jordan para luego salir volando como Green Lantern. Avanzo rápidamente hasta colocarme encima de la agrupación de gente con Iris West en el centro, miro arriba y veo que llego tarde pues la barra de acero ya está cayendo furiosamente, si no hago nada aplastará a la gente, oigo sus gritos de terror al ver como una gran sombra se cierne sobre ellos pero yo los olvido y me centro en volar en dirección al acero con la mano derecha en alto con el anillo encabezándome… respondiendo a una orden mental crea una especie de plataforma gigante de la misma anchura de la barra de acero. Cuándo esta cae sobre la construcción esmeralda siento como el peso aumenta pero el anillo me ayuda a sobrellevarlo impulsándome aún más arriba hasta llegar al tejado del edificio en obras y forzosamente deslizar allí la agresiva barra. Suspiro de alivio para acto seguido abalanzarme de nuevo hacia abajo hacia donde se encuentran los periodistas que al parecer no han tenido tiempo o el pánico les ha paralizado y no han podido moverse, sea como sea entra dentro de mis competencias calmarles así que flotando sobre ellos y con tranquilidad les hablo:

- Disculpen el inconveniente señoras y señores, ¿hay algún herido? – Desciendo en el suelo hasta posarme en medio de ellos cerca de la periodista West, ahora tengo que tranquilizarlos a todos- Sé que ha sido un numerito impactante y verlo en persona aún más, créanme, deberían haber visto mi cara la primera vez que me puse el anillo… olviden este accidente, no pasa nada, palabra de Green Lantern…

¿Palabra de Green Lantern? Creo que no he analizado bien la situación, he aterrizado en medio de cámaras de televisión y de una periodista tan tenaz como Lois Lane… creo que llegaré tarde a la cena.

Todo marcha a pedir de boca, con el protocolo habitual y una tranquilidad que se respira en el ambiente que es contagiosa. Iris continúa encargándose de hablar a la cámara y está, que parece quererla, trasmitir su rostro a todos los hogares de Central City. No hay más noticia que mostrar al mundo las mejoras y el nuevo crecimiento de la nueva ciudad, reconstruida tras los últimos incidentes y nuevamente habitable. Mucho es el tiempo ya pasado desde su caída y muchos son los reacios a volver o visitarla, el temor parece apoderarse de los seres humanos. Sin embargo, noticias como aquellas, donde todos podían ver lo hermosa y segura que volvía a ser Coast City, traería consigo a sus ciudadanos y a muchos otros ansiosos de un nuevo comienzo. Mientras ella prosigue, otros cámaras y cadenas de televisión se aglomeran a su alrededor, probablemente trasmitiendo noticias similares o inauguraciones propias de las nuevas construcciones. Sin ir más lejos, a sus espaldas, se estaba dando lugar la construcción de un edificio, las obras son audibles y su sonido inconfundible. A pesar de todo, West continua hacía delante durante unos pocos segundos más, estos pasan a ser minutos… Hasta que todo cambia y no es precisamente el tiempo.

– ¡Iris, cuidado! – Su cámara, cuya función única es sujetar la cámara y preparar los equipos, le exclama que tenga cuidado. No está en su competencia hablar, ni siquiera moverse de la posición en la que se haya salvo que la reportera lo diga, pero aquella advertencia es tomada en cuenta. La pelirroja pronto deja de hablar y gira la cabeza, comprobando con sus propios ojos el motivo por el cual hay tanto trajín a su alrededor tan de pronto. Una biga se precipita sobre ellos, y aunque muchos huyen asustados, Iris es incapaz de moverse. No por falta de ganas, sino porque su tacón se ha quedado anclado al nuevo pavimento de la plaza. Intenta tirar de este, y a pesar de los gritos alarmantes de su compañero, no consigue moverse. Entrecierra los parpados en el momento justo que espera el inminente final, la caída y el daño colateral consecuente. La cámara, continúa rodando. No obstante, algo inesperado se acontece y cambia el rumbo del fatal desenlace. No se trata de un pájaro, ni de un avión ni de Superman…Sino de Linterna Verde. De pronto todos parecen sentirse seguros, lo siente pese a la situación. Los niños exclaman y señalan a su héroe, otros más mayores alzan sus manos en expresión de júbilo y ánimo. Iris solamente suspira aliviada.

Dos nuevos movimientos de su tobillo provocan que su pierna consiga liberarse “ a buenas horas” piensa con hastió. Su cámara vuelve a aproximarse a la posición de la pelirroja, preguntándole su estado, cuando Linterna Verde comienza a descender hacía su posición. Lo que no esperaba, es que fuese a hablar ante las cámaras. Aquello pareció sorprender a muchos de los presentes, otros periodistas más acostumbrados a tratar con el héroe. Sus palabras finales fueron tomadas a broma, ocasionando las carcajadas y la aparición de sonrisas en los labios de los presentes. Entre ellos, la propia Iris que no puede evitar sonreír intentando imaginarse lo inimaginable. Cuando finaliza, y percatándose de que nadie ha mencionado nada sobre la posibilidad de que hubieran heridos, la periodista carraspea y vuelve a la carga. – Linterna Verde, para las noticias del Picture News, ¿Puedes decirnos como se siente después de contemplar la reconstrucción de Coast City? – Y tras su pregunta, otros muchos periodistas enfocan sus cámaras y micros al rostro del héroe, esperando no solo una respuesta a esa pregunta, sino a otras muchas que son dichas posteriormente.

Como he predicho las preguntas me empiezan a inundar nada más terminar de hablar, los flashes de las cámaras me obligan a ajustar el antifaz de manera imperceptible pero para que me sea capaz de ver a todo el mundo sin entrecerrar los ojos. La primera pregunta que me hacen es curiosamente la que me formula la amiguita de Barry, Iris West, apenas tengo espacio para moverme porque me han acorralado periodistas, cámaras y mas allá la gente de la calle que quiere hacerse una foto o algo por el estilo, no soy una estrella mediática y tampoco me interesa dar una imagen superficial del Green Lantern Corp y de los héroes en general así que podría salir volando pero quizá el remedio sería peor que la enfermedad. Me tengo que resignar y aceptar la que he liado, solo espero que en Oa nadie esté viendo un canal de mi sector y concretamente este porque la bronca que me echarían tipos como Killowog sería brutal… no hace falta irme al centro del universo, con que Batman o Superman estén viendo la tele es suficiente… madre mía en la que me he metido, ni que fuera Booster Gold.

Pido tranquilidad intentando captar todas las preguntas, unos me preguntan si el anillo está fijado al dedo, si la energía es infinita, como hago para crear tantas cosas de la nada, como hago para volar, si soy humano o soy un extraterrestre incluso una periodista con pinta de cotilla me pregunta si mi ropa interior también es verde, ¿realmente cree necesario preguntarle eso a un superhéroe cuándo lo tienes delante? Bueno, en el caso de Bats y Super ya se sabe porque llevan los calzoncillos por fuera pero vamos… maldita prensa rosa. Tengo que librarme de esto pero sin que parezca que no quiero hablar o algo por el estilo, se me ocurre una cosa…

- Señores, señores, como veo que no tengo remedio haremos una cosa, cogeré a un o una periodista y dejaré que me haga las preguntas que quiera, pero solo uno… - Y la gente salta pidiendo que les escoja a ellos, no me fío de estos, publican lo que les viene en mente, mejor ir a por lo seguro y después de un paripé para hacer creer que estoy buscando al azar a quien coger señalo a Iris West, por lo menos sé que la periodista será seria. Tiendo la mano a la periodista- Señorita, es la elegida, si es tan amable.

Creo una plataforma a mis pies y a los de Iris lo suficientemente grande para que no se caiga pero bastante estrecha para que nadie más suba y empiezo a ascender, miro arriba al tejado triangular del Ayuntamiento y me detengo en un saliente lo bastante ancho para que podamos estar tranquilos un rato.

- Bien, señorita, ahora no nos molestaran, antes de todo las debidas presentaciones… Soy Green Lantern miembro del Green Lantern Corps, aunque eso lo sabes de sobra, ¿y tú eres…?

Mientras todos a su alrededor acribillan a preguntas al recién aparecido héroe, las pupilas aguamarina de la periodista se mantienen sobre la figura del mismo. Le observa, procurando contemplar cómo se maneja con las grandes masas, aunque dadas sus respuestas parece un sujeto dispuesto a improvisar. Su deseo no es, a pesar de su profesión y de la ética de muchos de sus compañeros, desvelar el misterio de quien se esconde detrás de la máscara, pero Iris está acostumbrada a entrevistar a individuos que se sienten cómodos. Y, desgraciadamente, algo le dice que Linterna Verde no lo está. Los focos y cámaras continúan fijos en él y su famoso anillo, aquel que tantas preguntas levanta y pocas respuestas se perciben. Incluso, hay quienes cuestionan sobre el vestuario íntimo del presente. La pelirroja mantiene las formas, aunque lo cierto es que de haber estado jugando en su terreno, se habría echado a reír con ganas. Aquellos pensamientos quedan en el olvido cuando Linterna Verde decide jugar con los periodistas, ella entre los muchos gatitos que desean capturar su pelota de lana, cuando es señalada de sopetón. Una ceja alzada por parte de ella y una mano tendida por la de él parecen ser las primeras respuestas físicas de esa decisión. Cuando se recupera, mira a su cámara y le indica que continúe grabando.

Da un paso al frente para subirse, con ayuda de Linterna Verde, a la plataforma que ha creado e Iris se ve en la obligación de llevar ambas manos a la altura de sus piernas. “Maldita sea la hora que me puse falda” se dijo una y otra vez, procurando no contemplar la distancia y altura que poco a poco la separaba del suelo. Aquel despliegue no duraría demasiado, aun intentando recobrar su postura inicial, cuando las plataformas desaparecerían al llegar a la azotea del Ayuntamiento. Iris suspiro, sacando todo el aire retenido durante el trayecto y se aposto en una posición mucho más cómoda que la anterior, pero sin continuar mirando hacía abajo. ¿Vértigo? Nunca lo había tenido, pero no se había preparado aquella mañana para vivir una experiencia de ese tipo. Evita darle la espalda a las cámaras, después de todo debe ponerle las cosas más sencillas a su compañero. – chica pelirroja, para las noticias de Central City – Respondió, correspondiendo a su pregunta sobre las presentaciones. Estrecho su mano contra la de él. – No me mires así, te has presentado con un alias y juegas con ventaja porque ya sabes de sobra quien soy yo – Añadió, devolviéndole aquel redoble que esté había formulado para ella. Sin embargo, la pelirroja aun tenía mucha mecha por delante y no dudo en utilizarla.

Superviso, posteriormente, a su alrededor. Un tejado amplio y triangular, ambos se encuentran próximos a un saliente del mismo y ella se aleja unos pasos del dicho lugar. Es pelirroja y periodista, pero no masoquista, caerse por la esquina es lo que menos quiere en ese momento. – Pero tranquilo, identidades de héroes es lo que menos quiero saber. – Cuando por fin eleva la mirada hacía él, le sonrió con un nuevo intento renovado de que se sintiera cómodo. La experiencia le había enseñado a ser periodista, pero la humanidad a ser persona. Cuanto más cómodo se sintiera, sería mejor para ambos. Busco entre el bolsillo de su abrigo la grabadora, comprobando su cinta antes de retomar la palabra. Tendría una hora, como mucho, claro que tampoco esperaba que durase demasiado la charla. – Ya que has dejado a mi cámara en el suelo… espero que no te importe que use la grabadora – Se la mostró, recién extraída del bolsillo. Sus cabellos pelirrojos se agitaron al viento al mismo tiempo que la periodista retomo la conversación. – Entre mis expectativas de hoy no estaban entrevistar a un héroe, así que si no te importa… retomaré y dirigiré la entrevista de modo que aludamos al resurgimiento de Coast City y todo lo que ello conlleva y concierne contigo. – Finalizo, aun sin encender la grabadora.

Habiendo dejado claro el planteamiento de la entrevista, espero su respuesta antes de proceder con la misma. Mientras así lo hacía, maldijo que tuviera que viajar a Coast City para poder entrevistar a alguien como Linterna Verde. ¿Cómo lo haría Lois Lane con Superman? Suspiro nuevamente, pensando que se trataba de una mala periodista, después de todo… ¿Cuántas entrevistas como aquella conseguiría de Flash, el héroe de su ciudad? “Ninguna”. – Malditos “vuelvo en un flash”… – Mascullo, sin percatarse de su volumen

Vale, así que no estoy frente a la típica periodista moja bragas que flipa cuándo ve a un tipo como yo, eso me gusta pero a la vez me disgusta, yo que quería lucirme en todos los aspectos, pero sin olvidar que es la mujer por la que Barry babea, por supuesto, ante todo soy buen amigo, al fin y al cabo en nuestro trabajo es realmente vital tener buena relación con los demás, arriesgar la vida con una persona que no te cae bien es complicado, lo digo por experiencia. Río ligeramente ante su comentario para luego escuchar lo que me dice a continuación que realmente me choca… ¿sé quién es? Creo recordar que Barry me dijo que ella conoce a Barry Allen y que cree que Flash y él son dos personas distintas, vamos, que desconoce su identidad secreta así que… ¿se referirá a que cree que miro las noticias de Central City para reconocer a una periodista de tantas otras? Supongo que sí, sería lo más lógico, en ese caso lo mejor es acabar con esto cuanto antes, me gusta la prensa y tal pero para entrevistas cortas de dos o tres preguntas y no creo que ella se dé por vencida a la mínima evasiva que presente.

Cruzo los brazos, si es una periodista perspicaz puede ser de esas que le interesa saber quién se encuentra detrás de la máscara hasta el punto de obsesionarse, los del Corps no entienden porque protejo mi identidad y se ríen de ello, me reiré yo cuándo en su planeta inventen la prensa rosa. Pero por suerte sus siguientes palabras logran calmar mis alertas más externas, digo más externas porque aún no puedo bajar la guardia, nunca la debo bajar ante las cámaras, o en este caso, ante los periodistas, son como buitres, aprovechan la mínima para desgranar rumores o noticias sin fundamento, no creo que Iris sea de esas pero por si acaso… la precaución nunca es poca.

- ¿Central City… verdad? Encantado señorita pelirroja pero desgraciadamente mi agenda está un poco apretada para detenerme a ver las noticias, básicamente yo soy el que las causa.

Entonces levanta la cabeza y me sonríe, no sé si es sincero o simplemente son truquillos de periodista para que yo me relaje y cuente la última aventura amorosa que he tenido por el Universo… ¿cuál fue ahora que lo pienso? Hal, céntrate. Respondo un educado “Por favor” a sus palabras de grabar mi voz para la entrevista, no quiero iniciar una discusión en las alturas con una periodista tenaz. Cuándo la ha sacado y me la muestra me dice que enfocará la entrevista al reportaje que estaba haciendo sobre la reconstrucción de la ciudad, ha tocado mi fibra sensible, suerte que ella no lo sabe, la ciudad es importante para mí, quizá es un buen momento para dar ánimos a la gente de que vuelvan aquí, vuelve a ser segura, ya no es un cráter sobre el que se encontraba un desolado Green Lantern decidido a recuperarla por los medios necesarios, mi Crepúsculo Esmeralda.

- Por mi perfecto, es importante demostrar que la ciudad sigue… - Escucho como masculla unas palabras que escucho perfectamente aunque tengo la sensación de que ella no quería, suelto una media sonrisa en mi rostro, así que Rapidín se muestra esquivo con su amor platónico, quien lo iba a decir de alguien tan extrovertido como él. – Perdona, ¿pasa algo?

Última edición por Iris A. West el Mar Abr 02, 2013 10:10 pm, editado 1 vez

– ¿Sabes? Eso hiere terriblemente mi orgullo – A pesar de sus palabras, la tonalidad de su voz demostraba cordialidad y simpatía, no era cierto que estuviera tan afectada como para venirse abajo. Era normal que, siendo de una ciudad diferente a la que protege, conociese a una periodista entre tantas. Simplemente, decidió responder de aquella forma para continuar con la conversación que se había establecido entre ambos. Más allá de Linterna Verde, se podía apreciar a un individuo singular, ajeno a sentirse el centro del mundo por haberlo salvo un par de veces. – Iris West – Añadió posteriormente, presentándose como le correspondía. No añadió, sin embargo, aquello que pensaba tras la mención a su nombre. “La próxima vez que nos veamos, espero que lo recuerdes”. Sus pensamientos divagaron durante unos instantes cuando recordó a Flash, comparándolo durante un corto lapsus de tiempo con el hombre que tenía frente a sus ojos, sin embargo había dicho aquellas palabras entre murmullo y murmullo, siendo captada por Linterna Verde incluso antes de recuperarse.

Parpadeo confusa, o poseía buen oído o bien ella había hablado más alto de lo que esperaba. Rápidamente decidió negar con la cabeza, centrando su atención en la entrevista y no en el objetivo alcanzado en Central City. – Oh, nada. Digamos que cuando vuelva a Central City me encargaré de que don “vuelvo en un flash” lo haga de verdad. Nada de lo que preocuparse– Para acomodarse, aposto sus mechones de su cabello pelirrojo detrás de las orejas, procurando dar el inicio que correspondía a la entrevista. Aunque, antes de comenzar, sería bueno darle las instrucciones oportunas a Linterna Verde. Él podía saber mucho de salvar el mundo y todo eso, pero ella era la periodista, necesitaría unas clases rápidas. Sobre todo, si estaba acostumbrado a aquellos reporteros como los que los estaban observando a varios metros por debajo. – Si en algún momento deseas decir algo fuera de grabadora, hazme alguna señal para apagarla. Te prometo que aquello que me digas en confidencia no será revelado. De hecho, al final de la entrevista, te daré una copia de la conversación, para que cuando sea expuesta en televisión puedas comparar si hay alteraciones o modificaciones. Te doy mi palabra de que no las habrá y que será corto– Soltó un suspiro y posteriormente lleno sus pulmones de aire, a aquellas alturas lo necesitaba.

Y la situación lo merecía. Espero unos pocos segundos antes de volver a reiniciar la entrevista que había comenzado abajo, buscando decir exactamente la misma pregunta como arranque inicial. Prendió el botón de arranque de la grabadora, comenzando a grabar. – Linterna Verde ¿Puede decirnos como se siente después de contemplar la reconstrucción de Coast City? –

Sonrío cuándo habla de Flash como si le guardara una especie de rencor agradable y por su expresión ella no quería que eso saliera a la luz y lo escuchara, pero de todos modos no tengo la sensación de que la he incomodado, simplemente la he ayudado a sacar algo que lleva dentro, dicen guardarse las cosas no es bueno ya que puede causar arrugas. Veremos cómo está Bruce dentro de cinco años y pondremos a prueba esa teoría. Me mantengo cruzado de brazos pese a que no estoy tenso, esto aún no ha empezado pero curiosamente no me siento incómodo, supongo que estoy viendo porque Barry se ha fijado en ella, es simpática, lista, guapa… pero sigo prefiriendo a Carol, más guerrera y peleona. Escucho atentamente sus indicaciones y asiento al finalizar, esto me indica que se toma en serio su trabajo y que no son como los buitres de la prensa rosa que aguardan a mis espaldas a ras de suelo, de nuevo es bueno saberlo para ver si luego tendré que intervenir o no por si la lía o no.

– Eso espero, sino puedo descubrir dónde vives y hacerte una visita, soy policía...

Respondo en tono bromista y guiñándole el ojo mientras espero que ella inicie las preguntas, por lo que me ha dicho irá más a la reconstrucción de la ciudad, supongo que es un buen momento para dar declaraciones, hace unos años, cuándo acabó la guerra contra los Siniestro Corps la ciudad resurgió y eso fue gracias al apoyo que me mostraron en la batalla que se celebró en la Tierra y que casi la destruye, bueno, si la Tierra llegase a ser destruida, un planeta sería una mierda en comparación con lo que se perdería, el multiverso entero. Tengo suerte de que la gente no lo sepa, no podrían vivir con la presión de vivir en el planeta que decide el destino de otras 51 Tierras y otros 51 universos paralelos. Enciende la grabadora y la primera pregunta me es lanzada, me quedo callado unos segundos pensando en la respuesta, ahondando en mis emociones e intentando sacar algo provechoso del lío en el que se encuentran, nunca he sido muy bueno ordenando las emociones.

- Verás… su destrucción fue un gran golpe para mí personalmente porque suponía mi fracaso como héroe pero poder verla de nuevo resurgir de sus cenizas es la mayor recompensa que alguien como yo podría recibir, tengo un vínculo muy fuerte con la ciudad, sufro con ella, río con ella y la ciudad me ha demostrado el apoyo incondicional que me da innumerables veces, así que no puedo evitar sentirme agradecido por el esfuerzo que las fuerzas del orden están haciendo y las inversiones que estamos recibiendo.

Grabadora encendida y pregunta realizada. La pelota, ahora se encuentra en el tejado de Linterna Verde. Mientras aguarda a una respuesta, la pelirroja observa nuevamente a su alrededor, conmovida en parte por las escenas que se desarrollan no a mucha distancia de su posición. Los niños corren y juegan, otros miran boquiabiertos a su héroe local siendo entrevistado o lo aclaman a voces esperando que descienda del tejado para que vaya a visitarlos. Sin lugar a dudas, aquel hombre se había ganado de buena gana su título y al aprecio de las gentes de Coast City, incluso podría hasta suponer una respuesta aproximada de la que sería a su pregunta. Y de hecho, cuando la recibe, puede jurar que es similar a la esperada, inclusive mejor pues viene desde su corazón. Iris no podía sentir exactamente lo mismo por Central City, pues no había nacido en aquella localidad. Sin embargo, cuando pensaba en ella, emergían sentimientos contradictorios donde los mejores años de su vida habían transcurrido. Donde un algo, desconocido para la periodista, terminaba volviendo a empujarla hacía su dirección cada vez que mencionaba la palabra “mudanza”. Supongo que ello no sería cuestión de nacer o no en una ciudad, sino de sentirla como propia. Sentirla como un hogar.

Apagó la grabadora para poder responder a su primer comentario, uno fuera de cámara y evidentemente jovial. – Policía espacial, no terrestre. ¿O acaso está en sus múltiples funciones buscar a una periodista, agente? – Acentuó, claro que la sonrisa de sus labios se mantuvo y aquello inmediatamente le hizo pensar en Barry. Después de todo, era el policía más cercano que tenía, aquel que le hacía confidencias y, resumidas cuentas, un buen amigo al que se iba acercando poco a poco. Volvió a encender la grabadora cuando intento despegar a Allen de sus pensamientos, centrándose en lo que se desarrollaba frente a sus ojos y en continuar la entrevista. – Como bien dice, la reconstrucción de la ciudad, su resurgimiento, ha comenzado a hacer mucho bien. Colegios, hospitales… todo vuelve a la vida poco a poco. Gracias a contribuyentes, a quienes confían en un futuro seguro y en ti. No obstante… – También volvió a alzar la mirada, despegándola de lo que ocurría a su alrededor para contemplar al héroe local de Coast City. Había tanto que preguntar y tan poco tiempo, tanto que decir…

“Oh, demonios. ¿Dónde está Flash cuando se le necesita?” – Muchos de sus habitantes se han marchado, no confían o temen lo que pueda volver a ocurrir en esta gran ciudad. Tú, como figura emblemática del lugar, como salvador y héroe para muchos… ¿Qué podrías decirles a estas personas, que nacidas o habiendo vivido aquí en el pasado, ahora se hayan marchado a otro lugar? – Antes incluso de que él pudiera volver a pronunciarse, a responderle esa pregunta, ella volvió a apagar la grabadora. Hinchó sus pulmones y se dispuso a justificarse – Sé que la pregunta no es justa, y me disculpo por ello, pero sería bueno que las personas vieran una figura de autoridad, una que reconozcan como alguien que les ha salvado y apoyado en el pasado, dándoles algún motivo y esperanzas de reconstruir sus futuros en Coast City. Está ciudad significa algo para ti, lo has dicho anteriormente, trasmíteselos a ellos ahora. – Y entonces, volvió a encender la grabadora. La puso en medio, en aquel espacio intermedio, entre ambos adultos. Por si él deseaba hacer algún comentario pudiera disponer de la grabadora para apagarla y encenderla si se daba el caso.

Con aquella misma libertad que él debería de representar para la ciudad. Sueños, esperanzas, libertad, paz… Futuro.

Suelto una ligera risa cuándo expresa el comentario sobre la policía pero pese a todo no entra en mis planes responderla, ahora mismo prefiero acabar con la entrevista, no estoy agobiado ni nada por el estilo pero no es que esté muy entusiasmado porque me entrevisten aunque solo sea la voz, pese a que sea para una causa tan justificada y tan importante para mí como lo es el resurgir de Coast City, no puedo evitar pensar en Star City y en como Ollie acabó como lo hice yo, sé por lo que está pasando ahora mismo esforzándose por reconstruirla y repoblar una ciudad fantasma y por eso esta entrevista me sabe algo mal y estoy algo incómodo, pero claro, llevo toda mi vida fingiendo, puedo fingir esto delante de una mujer que no me conoce y seguir aparentando ser el típico héroe frente las cámaras, estoy seguro que Ollie sabe reconocer una fachada cuándo la ve, él mismo interpreta una cada día.

Enciende la grabadora de nuevo y me concentro en lo que la periodista me pregunta a continuación, no puedo evitar soltar un profundo suspiro cuándo termina. Va directa al grano, eso es bueno y malo a la vez y la verdad es que no sé qué decirles, no puedo recriminarles el marcharse de un sitio que consideran que no es seguro pero cuándo acabo la guerra con los Corps de Siniestro, la ciudad sufrió una avalancha bestial de personas que hicieron que recuperara casi todo su esplendor de golpe, pero aún sé que hay gente que no se atreve a venir a pesar de que la mayoría lleve una vida normal aquí. Como si me hubiera leído la mente vuelve a parar la grabadora y me aclara el motivo de la pregunta y la verdad es que la entiendo, la ciudad me ha demostrado un gran apoyo en el pasado con actos tan importantes como encender luces verdes para luchar contra la impureza amarilla y eso para mí es muy importante porque prácticamente me fue la vida en ello. Asiento ligeramente dándole a entender que comprendo sus motivos y cuándo enciende la grabadora respiro hondo procurando que las palabras que estoy a punto de decir sean las correctas.

- Hace un par de años la ciudad resurgió en mayor medida pero sí, hay gente que aún no quiere venir por creer que volverá a ser destruida o algún temor justificado, pero si yo los tuviera delante y tuviera que decirles algo a ellos lo que diría es que no se preocupen por nada, Green Lantern ha estado protegiendo esta ciudad desde hace años y solo he fallado una vez y te aseguro que he estado muchas veces al filo de la muerte y la destrucción total y además, el fracasar una vez aún pesa mucho en mi consciencia, quiero que sepan que sigo sintiéndome culpable por lo ocurrido – y por las consecuencias que trajo, pero claro, eso no viene al caso – y que no ha habido un solo día que no pensara en eso pero la ciudad sigue, la vida sigue y yo sigo con ella.

Cuando encendió la grabadora, espero al típico discurso de héroe que uno podría soltar para responder a una pregunta como aquella. Habían tantas cosas que decir, y de tantas formas distintas… ¡Oh vamos, solo esperaba que no soltase algo ya ensayado en un espejo como en las películas! Aquello habría sido decepcionante cuanto menos, pero le toco esperar. Siempre esperar, la pelirroja era portadora de una paciencia a tener en cuenta, aunque con los años se había vuelto algo más limitada. Y ya no digamos cuando tenía que hablar con Allen sobre sus casos en el departamento de policía, aquello era desesperante. Había momentos en los que, sencillamente, era ella quien llegaba media hora tarde y aun así llegaría antes que él. El recordar las horas perdidas la haría mostrar una mueca de disgusto de no haber estado delante de Linterna Verde, a quien debía dar su tiempo para que pudiera responderle. Sacar palabras, exponer sentimientos tan profundos para que llegasen a oídos y corazones de las personas, requería tiempo.

Y tiempo fue lo que le dio, mientras bajo ambos aún un pequeño grupo de periodistas se encontraba realizando preguntas al aire con la esperanza de ser oídos y respondidos. Aún continuaba preguntándose porque a ella, cuando habían medios locales de Coast City. Sin embargo, cuando le abrió preparado para responder, poso sus ojos verdes sobre él y le escucho. Si en algún momento hubo pensado en que sería algo ya ensayado frente al espejo o sacado de algún guión de cine, se equivoco. De cabo a rabo. Le debería unas disculpas, también unas gracias por salvarla y… su vida, demasiadas cosas en un solo día. “ Comienzo a sentirme un poco morosa” – Estoy segura de que dichas palabras llegaran a los corazones de los habitantes de Coast City y a los de aquellos que, tras oírte, volverán a su hogar – Le había prometido, pues así había estado establecido y realizado momentos antes de la aparición de Linterna Verde, que la entrevista sería corta y enfocada completamente hacía la ciudad.

Aquello, pese a la presencia del héroe, limitaba sus preguntas y dejaba muchas otras en el tintero. Probablemente, hasta su jefe le echaría un par de voces, pero Iris era profesional y sobretodo siempre cumplía su palabra. Por lo tanto, y como el tres es el número mágico, decidió que aquella, su siguiente pregunta, sería la última. – Este reportaje comenzó con los cimientos de Coast City, sus edificios, lugares emblemáticos, entrevistas a sus habitantes, contraste con el pasado, su política… En cuatro meses las elecciones al nuevo alcalde serán realizadas y muchos piensan que cesar a la actual es lo más sensato – “ Y es una pena, anciano pero también es un buen hombre. Y de eso, hoy en día, no abaundan” - Su contrincante, es un hombre cuya economía ha ayudado a subsanar las heridas de la ciudad cicatrizando los daños y eliminando sus canceres… - “ Así lo presentan al menos en el eslogan. Claro que… con su moralidad cuestionable y su dinero de ingresos dudosos… no puedo culpar que intenten decorarlo” – Como habitante de esta ciudad ¿Piensas que el cambio es necesario o solamente la voluntad de sus habitantes podrán cambiar las cosas en Coast City? –

Tras mi improvisado discurso, que creo que me ha quedado más “épico” de lo deseado, se hace el silencio y observo fijamente a Iris esperando las palabras que me transmitirán su opinión sobre la respuesta, cuándo finalmente habla noto como lo comenta con un tono sincero que hasta a mí me sorprende y provoca que mis labios dibujen una ligera sonrisa que los demás suelen decirme que es orgullosa, puede ser, nunca he sido un hombre muy modesto, nunca he tenido que serlo y tampoco me callaba las cosas, eso aún sigo haciéndolo y la vida me va bien, hago lo que creo correcto como Green Lantern y los Guardianes me lo consienten por los éxitos conseguidos, la verdad es que ellos son los verdaderos hipócritas de todo esto, obligando a que se cumplan las normas pero se pueden cambiar o saltar siempre que sea en su beneficio…

A continuación escucho con el preludio de otra pregunta, poniéndome en contexto de algo que, pese a que afecta directamente a la ciudad, no había prestado mucha atención aún por las obligaciones que tenía, sé que las leyes son importantes y que haya un buen alcalde ayuda a que la ciudad sea más próspera y sana pero en lo que he podido descubrir gracias a los satélites de la JLA y mis, incursiones nocturnas, es que el nuevo candidato, el que se está llevando todas las papeletas para entrar en la alcaldía es, como menos, cuestionable. No puedo evitar recuperar recuerdos de la política de Gotham, en como los corruptos se reparten el poder y lo intercambian como si de cromos se tratara, no dejaré que eso pase en la ciudad, tengo que centrarme más en lo que está sucediendo en la cúpula de la ciudad para evitar que las cosas vayan a peor, pese a que sepan comprar al electorado. Finalmente me suelta la pregunta de verdad y reflexiono en ella unos instantes llevándome una de las manos a la barbilla y bajando ligeramente la cabeza, es tenaz, eso se lo admito, sabe preguntar lo justo con las palabras adecuadas, esta vez debo ser cuidadoso, quiero que la ciudad acaba de resurgir pero no para convertirse en una Gotham II, no lo soportaría, Bruce está paranoico, amargado, atormentado… y todo por una ciudad perdida, Coast City es diferente, pero hasta el ser más limpio puede caer frente al miedo y la desesperación, la experiencia personal me lo ha demostrado un par de veces conmigo mismo, con Oliver… demasiados casos personales. Cuándo las palabras llegan a mi mente y se empiezan a ordenar me vuelvo a cruzar de brazos y alzo la mirada para mirar de nuevo a la periodista y, con mirada seria pero no agresiva, la respondo:

- Yo tengo fe en que lo único necesario para el cambio es la voluntad, es cierto que el nuevo candidato es un empresario que ha invertido mucho en la ciudad pero hay que verlo en contexto y ver que hasta ahora no ha invertido nunca. Además de que las gigantes de la industria, Wayne Industries y la emergente pero potente Queen Industries han rechazado hacer tratos con ella y en la prensa circulan rumores de corrupción y escándalos… ¿de veras Coast City quiere a ese tipo de persona dirigiendo su ciudad? Cuándo recobró su vida, los Green Lantern al completo ayudamos en la reconstrucción de la ciudad y nosotros nos regimos por la voluntad, somos la prueba viviente, ¿acaso hace falta algo más aparte de voluntad para hacer lo que quieres? – Como si de un truco de magia se tratara el anillo empieza a funcionar y crea un retrato holográfico de la mismísima periodista que tengo delante que rota sobre sí mismo, sin apartar en ningún momento la mirada de West, concluyo – No lo creo… ¿y tú?

Una pregunta que no tenía planeado hacer pero que curiosamente me veía en la necesidad de hacerlo, esta es la mujer en la que se ha fijado Barry, quiero ver qué piensa de todo esto que debería escandalizar al periodista mínimamente imparcial.

Y vuelve a esperar. Cómo parecía haberse convertido en costumbre, tras cada pregunta, el ambiente se sumerge en un nuevo silencio. Silencios que, si bien no son prolongados ni pesados, ella acata sin más remedio. Sus orbes verdes contemplan al hombre sin demora, no como minutos atrás que buscaba otro foco de atención donde posar su mirada, casi espera expectante a que responda. A que la libere de los silencios, pues los odia, no paciencia alberga límites cuanto a ellos. No obstante, aquel suceso no tiene lugar. De haber tenido alguna habilidad relacionada con la telepatía, habría sido interesante usarla para emplearla en una lectura de mentes. Saber que pensaba, que ideas se escurrían y entrelazaban en su corteza cerebral. Sin embargo, también sabía que aquello era una cruda violación de la intimidad y que jamás lo habría usado aunque lo poseyera. La grabadora continua encendida, la cinta corre y el tiempo se agota, apenas podrá seguir grabando la conversación de los dos adultos de continuar también exponiéndose a los silencios. Tendría que haberlo imaginado antes, más llevaba tanto tiempo sin utilizar una grabadora – prácticamente, desde sus inicios como periodista varios años atrás – que no había caído en ello. Y tampoco lo haría ahora, no cuanto ya era la última pregunta.

No cuando, la esperada respuesta, tuvo lugar. Encorvó una ceja ligeramente, no sorprendida de que alguien como él controlará hasta tal punto su ciudad como para conocer todos los entresijos que allí albergaban. Lo que la sorprendía, de hecho, era que no hubiera actuado antes. Qué lo hubiera permitido. Qué, además, le devolviera la pregunta con tanta facilidad y pleitesía. Se encogió de hombros y, a pesar de que la mirada de Linterna Verde era seria, ella medio sonrió. Como si aquel pesar le impidiera hacerlo abiertamente. – Estoy completamente de acuerdo. Voluntad, trabajo duro, que cada uno de nosotros pongamos nuestro granito de arena… – Iris, pese a no ser de la ciudad, había aportado el suyo propio con aquel homenaje. – Todos esos factores harán levantar los cimientos de Coast City y reconvertirla en la ciudad que fue ayer y puede ser mañana. – Tras su respuesta, apago la grabadora nuevamente, como momentos atrás hubiera hecho entre pregunta y pregunta. Desvió su atención hacía la segunda Iris, aquella creación holográfica manifestada por el anillo y que ahora se encontraba a su lado. No le había pasado desapercibido cuando la vio salir, pero tuvo que disimular su sorpresa para llegar a responderle.

Pero ahora que aquello se había cumplido, pudo permitir que sus facciones manifestaran la sorpresa. Mientras extraía la copia de la entrevista, volvió a retomar la palabra. – De hecho, conozco el tipo de sujeto que se acerca al asiento del ayuntamiento, soy periodista después de todo, mi trabajo es investigar. – Y lo había hecho, como otros muchos probablemente. Pero no fueron las fuentes oficiales aquellas que llamaron su atención, sino aquellas que ocultaban su nombre y escondían su rostro. Aquellas que la llevaron al camino correcto, uno no muy agradable y que le recordaba a ciudades como Gotham, donde los índices de criminalidad eran desorbitados. – Algunas fuentes señalan que no es un buen individuo y ahora que escucho tus palabras confirmo sus temores. Te hice esta pregunta precisamente para que, las gentes de la ciudad, supieran en quien depositar su confianza. ¿Y quién mejor para orientarles por el camino correcto que el hijo prodigo de la ciudad, el héroe que los ha ayudado tantas veces y un ciudadano más? - Finalmente, consiguió extraer la copia de la grabadora, entregándosela a Linterna Verde.

Al menos, intentándolo, pues sus pupilas continuaban observando su copia. No sabía si sentirse incomoda o elogiada, era tan fiel a sus facciones que, si no fuera por el color, podría pasar por ella misma. – Lo que no esperaba es que fueses tan directo, no me gustaría emitir algo que pudiera ponerte en una situación comprometida, menos aún cuando ya llevas una diana en el pecho que muchos quisieran atravesar – Desviando la atención del holograma, poso sus ojos sobre él. Aquella misma mano que mantenía la copia, señalo el emblema de la linterna dibujado en su pecho. Posteriormente, tras entregarle la cinta como hubiera prometido al inicio de la entrevista, añadió. – Tiene ojos bonitos – Hizo referencia al holograma, aquel único factor que en color tanto Iris real como copia tenían en común: el color verde de sus pupilas. – Lo que me recuerda que... Debo darte las gracias, me salvaste antes – Concluyó, no dejando pasar la situación por más tiempo. Sabía que si no lo decía ahora, se le olvidaría.

Pese a mi seria expresión en mi interior me alegra ver la media sonrisa que dibujan sus labios, al fin y al cabo he hablado en serio pero porque la ciudad es un tema sobre el que me resulta imposible mentir sobre el vínculo que tenemos, cuándo ella murió yo morí, cuando yo renací ella acabó resurgiendo, es herida a la vez que yo, es fuerte cuándo yo lo soy, el vínculo es casi mágico y por eso me resulta complicado, es mi ciudad, y eso no lo cambia nada ni nadie. Asiento ligeramente ante sus palabras, no sé si ella sabe lo importante que es la voluntad para mí pues es lo que alimenta el anillo y la batería central de Oa, cuándo un ciudadano de Coast City se esfuerza por hacer algo contribuye a que yo tenga poder para poder defenderle. Cuándo apaga la grabadora tengo la sensación de quitarme un peso de encima pues ahora diga lo que diga, pese a tener su palabra de que no la distribuiría si yo no quería, no será grabado por un aparato, no quiere decir que eso me inhiba, pero sí que causa cierta impresión a la hora de decir algo.

Observo que dirige su mirada hacia el busto suyo que he creado y que aún se mantiene y por tanto dejo que lo contemple un poco más, el ligero resplandor esmeralda que emana es cálido y agradable y en mi cara se dibuja una media sonrisa de orgullo al ver lo sorprendida que se muestra al observar mi creación, para mí es normal pero había olvidado la sensación que sentía las primeras veces que creaba algo, nunca lo manifestaba, el orgullo es mi mayor cualidad y mi mayor defecto pero en el fondo me sentía especial por poder crear todo lo que imaginara, aunque hubieran 2999 seres más que sabían hacerlo y algunos mejor que yo, pero yo mejoré. Me fijo en que extrae la copia de la grabadora y yo relajo mis brazos dejando que dejen de estar cruzados pero aún así mantengo la proyección en el mismo sitio por si ella quiere seguir contemplándola, entonces la escucho hablar sobre el hombre que está a punto de entrar en la alcaldía y lo que me dice no es algo que desconociera y nada que sorprenda, es el típico político corrupto que podrías encontrar en todas las ciudades, Coast City es especial pero desgraciadamente no es perfecta, y la avaricia y el engaño también llegan y entonces alzo la mano para agarrar la copia y guardarla allí pues desgraciadamente el traje no tiene bolsillos.

Sus siguientes palabras... he de admitir que me sorprenden y hacen que sonría ligeramente, cuándo señala el símbolo del pecho le aclaro su significado- Los Green Lanterns conseguimos nuestra fuerza de la voluntad y este es nuestro símbolo, hay gente que quiere acabar con él pero te aseguro que no son terrestres… y de nada, a eso nos dedicamos los héroes, desde el más rápido al más verde lo que hacemos es que hayan cuántas menos desgracias mejor. Por cierto, he ayudado a la ciudad muchas veces, pero también la he fallado, no soy el hijo pródigo, nunca lo he sido… -Me quedo en silencio unos segundos antes de continuar por otro tema- Por cierto, eres de Central City, ¿no? Creo que no soy el primer superhéroe al que conoces, así que soy el segundón, que mala…

Le guiño el ojo a la vez que sonrío.

Las pupilas de la periodista continuaron fijas en aquel busto, probablemente por la semejanza del mismo con ella. Era como contemplar su propio reflejo frente al espejo, con la diferencia del color, del movimiento y de lo palpable que parecía ser. Precisamente ese último factor, aprovechando que Green Lantern continuaba en silencio, fue el que obligo a su curiosidad a activarse. Habiendo guardado la grabadora en el interior de su bolso, con la cinta incorporada, la mano libre de la pelirroja se alzo a favor de la dirección del holograma. Quería tocarlo, saber si su mano lo traspasaría o sería tan sólido como el tejado que sus pies pisaban. Ligeramente temblorosa, continuó la trayectoria durante un corto lapsus de tiempo. Casi inmediatamente, retiro la mano sin llegar a su desenlace. ¿Miedo o inseguridad? Para nada, no habían sido aquellos dos principios los que llevaron a Iris a declinar esa atención. Fue, sin embargo, el hallarse bajo la supervisión del héroe y de aquellas cámaras apostadas a su espalda. La vergüenza o la timidez de la situación.

Se volvió sobre sí misma y realizo un movimiento con su muñeca, como si estuviera decapitando su propia cabeza en un rápido zigzag. Aquella seña, dirigida hacía su cámara Ron, no era más que un “corta” bastante preciso. El muchacho, a varios metros de distancia, entendió la orden y ceso de grabar. Claro que ello no implicaba que el resto hubieran prestado ese mismo servicio. Resoplo y volvió a la posición anterior, dándole nuevamente la espalda a las cámaras y apostando sus orbes verdes en Green Lantern. Este, volvió a hacerse notar y sus respuestas llamaron la atención de la periodista. – No son terrestres – Repitió, aunque no sería necesario una evaluación para descifrar lo que aquellas palabras significaban. No después de lo visto. – Da miedo pensar que no estamos solos en el universo – Se encogió de hombros posteriormente – Aunque, como nosotros, no todos pueden ser malos. Ello deposita cierta fe sobre lo que pueda haber más allá de las constelaciones que podemos ver y los planetas que podemos estudiar. – No mentía cuando decía aquellas palabras, las culturas y ciencias nuevas que podían conocerse, los individuos que podrían aparecer, los avances sociales y tecnológicos…Las maravillas que el universo escondía.

De pronto se sintió pequeña, como si no lo hubiera sentido ya por el mero hecho de estar frente a Green Lantern. Decidió retomar la palabra – Y no mientas: También tienes enemigos aquí, no hay más que ver como hay quienes quieren saber el color de tus calzoncillos. Si eso no es enemistad, no sé lo que quieres que sea – Intento contener la sonrisa, aquella carcajada que hubiera salido de sus labios en otra circunstancia. Estuvo segura de que, a solas, soltaría toda la risa que había guardado para sus adentros. Se cruzo los brazos cuando se percato de que él continuaba “mintiendo”, lo que llevo a la pelirroja a increpar – No digas eso. Claro que eres hijo prodigo de esta ciudad. A pesar de tus poderes, continuás siendo humano. Todos cometemos errores y somos imperfectos, son nuestras acciones ante esos hechos los que nos definen como individuos. Tú, por lo que has estado haciendo hasta ahora, a pesar de lo ocurrido, te has corregido. – Lo que nuevamente no esperaba fueron sus palabras finales, aquellas que llevaron a la pelirroja a meditar brevemente sobre que responder. Mucho había que decir sobre ello, mucha historia a tener en cuenta. Pero, decididamente, asintió con la cabeza. – En realidad nací en Nueva York y, antes de instalarme en Central City, viví una temporada en Metropolis mientras trabajaba para el Daily Planet. – Revelo – A pesar de ello, podría decir que siento a Central City como mi hogar y es tan importante para mí como para ti es Coast City – Y ni ella misma sabía por qué. Sencillamente, ese sentimiento se mantuvo y afianzaba con los años. – Así que… Técnicamente eres el cuarto o el quinto… ¿Quién lleva la cuenta a estas alturas? Que conozco. Eso sí, te cedo el primer puesto en Green Lanterns por conocer. –

Una mirada sincera se dirige hacia ella como mi respuesta por sus palabras, unas palabras serias y contundentes pero que aun así no pueden eliminar lo que sé a ciencia cierta desde hace años, en un momento de debilidad perdí todo, en un momento me destrozaron por dentro y el germen que estaba gestando (tanto literal como metafóricamente) me transformó en un monstruo de tal tamaño que luego mi pena me resultó dura cuándo para otros ser uno junto a Spectre supondría una tortura por tener que recolectar almas constantemente. Debo admitir que me ha sorprendido lo que me ha dicho, me han comentado que es una especie de Lois Lane y Lois destaca por su perspicacia y su perseverancia que unido a su contundez la convierten en alguien a quien temer si tienes secretos así que estaba prevenido con Iris pero no se… he de reconocer que me ha gustado lo que me ha dicho y por eso junto a la sincera mirada se une una ligera sonrisa involuntaria.

Escucho su mini biografía resumida con especial interés y no puedo evitar recuperar la imagen de Barry a mi mente cuándo menciona a Central City como su hogar ya que supongo que eso se deberá a que Flash es para ella como su ángel guardián y estoy seguro de que ella siente algo por el hombre más rápido del mundo. Pese a todo no puedo evitar reír al comentarme que soy el primer Green Lantern al que entrevista, me hubiera gustado verla entrevistando a Killowog o a Salaak mismo, dudo que mantuviera la compostura ante imágenes tan “atípicas” para las personas normales pese a que ya salieron en la televisión cuándo sucedieron las Sinestro Corps War y hasta el mismo Killowog dio declaraciones, habría estado interesante ver a los criminales de Coast City viendo esas imágenes.

- Tienes suerte de no haber entrevistado a Guy Gardner o tu opinión sobre el Corps habría cambiado radicalmente.

Y eso es cierto, Gardner puede ser un gran Lantern o lo que sea pero es bocazas como él solo y se salta las normas a la mínima que puede, no es como yo, yo me las salto pero siempre que es necesario, además que Gardner tiene una personalidad muy… atípica, creo que habría usado sus “grandes dotes de seducción” con Iris, no puede estarse quieto delante de una mujer sin lanzarle un piropo. De todos modos creo que me estoy alargando demasiado, ya me ha hecho las preguntas y el cámara parece haber dejado de grabar así que creo que podría irme ya, no quiero entretenerme mucho, al fin y al cabo es una periodista y a mí se me puede ir la lengua:

- Bien, señorita West, veo que la cámara ya se ha detenido y un héroe tiene otras obligaciones que atender, ¿le parece si damos por terminada esta agradable conversación? Lamentablemente yo no tengo una señal en el cielo para llamarme cuándo necesite algo pero en su ciudad el rojo escarlata es un guardián.

No quedaría mucho tiempo para dar por finalizado aquel escenario, y aunque Iris podría decirse que lo habría disfrutado en su totalidad, los transeúntes no. Los niños aun aclamaban el nombre de su héroe, buscando la misma posibilidad que la pelirroja. Aunque ella solo había intercambiado unas pocas palabras con él, no buscaba un autógrafo como ellos si requerían. La figura desapareció casi en aquel mismo instante, mientras sus pupilas se enfocaban en su acompañante y su mente rememoraba los hechos ocurridos. No todos los días, después de todo, te salva un Green Lantern. Estaba acostumbrada, estaba mal decirlo, que lo hiciera Flash. Ella se encogió de hombros cuando él le respondió inicialmente, ignorando la ambigüedad de la misma. – Supongo que no puedo meteros a todos los Lanterns en el mismo saco. Lo mismo ocurre con los periodistas – Y ello fue una indirecta bastante directa, prácticamente le recordaba que no todos los que llevaban micro y hacían preguntas eran iguales. Algunos, como la propia Iris, tenían respeto por su profesión y no le interesaban los números.
Parte de ella hubiera querido añadir más, probablemente alguna pregunta sobre si se había sentido cómodo respondiendo a sus preguntas.

Sin embargo, el hecho de que hubiera sonreído en tantas ocasiones, compartido algunas bromas y más tiempo del que pretendía… le decía que sí. Después de todo, de no haber sido de ese modo, se habría largado con viento fresco nada más terminar su última pregunta minutos atrás. – Ya podría pedirle a la comisaría de Coast City una Lantern-señal – Bromeo, pues él había sido el primero en hacer alusión a aquella señal que iluminaba los cielos nocturnos de Gotham cuando los problemas se avecinaban. Sin embargo, comprendiendo la situación y, contemplando durante unos segundos su reloj de muñeca, asintió sin perder el tiempo ni dudarlo – Estarás harto de mí y tendrás ocupaciones que atender en tu día a día, así que será mejor será despedirnos ya. – Iris volvió a desviar la mirada hacía el suelo, una distancia equiparable la distanciaba del resto de periodistas. Por lo que, ella no podría moverse por sí misma y tendría que hacerlo el hombre en cuestión como minutos atrás realizo. Así que, de otra no quedo, que esperar. Volvió a posar sus ojos sobre él antes de pronunciarse nuevamente. – Un guardián que siempre vuelve en un flash, lo sé – Sonrió, pues nada más haber repetido ella misma esa coletilla, sintió como si pudiera escuchar la voz del héroe en cuestión diciéndola en ese preciso momento.

La verdad es que tener una Lantern Señal no se si me gustaría, mi símbolo es el mismo que el de Kyle, John y Guy, así que no sé si habrían líos, si pusiera una que dijera “Green Lantern Original” vale, se podría pensar que es Alan Scott pero técnicamente él no es un Green Lantern del Corps, así que sí que podría relacionarse conmigo, pero no sé, las señales de este tipo solo van de noche y yo prefiero el día, pero bueno… Iris responde a mi petición de terminar la conversación con un comentario irónico al que correspondo dedicándole una media sonrisa pero entonces mira al suelo y recuerdo que estamos encima de un saliente del ayuntamiento de Coast City y que la altura es considerable, a veces se me descuidan esos ligeros detalles, podría haberme largado y no me habría dado cuenta, pero ella me habría avisado seguro. Respondiendo a una orden mental, de mi anillo brota una brillante energía esmeralda que crea la misma plataforma que antes nos ha subido hasta arriba pero esta vez opacándola más para que ningún mirón mire a Iris, antes no me he fijado que llevaba falda pero esta vez no seré tan desconsiderado, la periodista lo merece, como dice ella, no puedes meter a todos los periodistas en el mismo saco y entiendo porque Barry está tan coladito por ella, es como Lois Lane, me gustaría tener a alguien como ella en mi vida, están Carol y Vaquera pero no tengo la relación que pueden tener Clark y Lois o Barry e Iris… o tenían, porque ahora parece que no salen ni nada, lástima, tengo que decirle a Barry que me ponga al día que estoy algo desconcertado. Descendiendo lentamente le dedico unas finales palabras a la periodista:

- Buena entrevista, pero la próxima vez ten cuidado, no siempre puedo estar yo para salvarte de una viga de acero que cae a gran velocidad.

Llegamos al suelo y la plataforma desaparece gradualmente como si se evaporara, de nuevo los flashes de las cámaras que en todo este tiempo no se han movido de aquí salen disparadas hacia mi rostro y obligan a mi antifaz a graduarse para que no afecten a mis ojos, las preguntas vuelven a acosarme, preguntas no tan interesantes y no tan trabajadas como las que Iris me ha formulado, preguntas tan absurdas como mi color de ropa interior o si hay alguna mujer en mi vida, maldita prensa rosa, en momentos como estos ser Batman tiene sus ventajas, ningún periodista tiene huevos a acercarse a Batman, yo como estoy cuerdo y soy amigable pues tengo que lidiar con eso, no respondo a ninguna pregunta y me elevo en el aire unos metros:

- Señores… Green Lantern tiene obligaciones más importantes que responder a infinitas preguntas, hasta pronto.

Y así miro hacia el aire y el aura esmeralda que me rodea me impulsa hacia el aire y desaparezco de la vista de los periodistas, observando Coast City desde el aire con un resplandeciente sol, avanzo un rato hasta que me detengo y observo la inmensa ciudad mientras que una absurda sonrisa se dibuja en mi rostro, una ciudad que ha sobrevivido a alienígenas y zombies y que aún cree en mí, chúpate esa Batman.

POST FINALIZADO

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