El amor es cosa de locos ♦Mr.J♦

¡Escapar de ese horrible lugar había sido pan comido!
Apenas había podido creer lo fácil que había sido dejar a los guardias KO, parte de ese merito lo tenía mi queridísimo mazo, con el que me había abierto camino hasta la salida, depues de recuperar mi bonito traje.
Lo tomé entre mis brazos y respiré su aroma.
-¡Huele a mi Mr.J!-Chillé emocionada, no comprendía por qué se había ido sin mi, pero mi puddin siempre hacía las cosas con un fin, un disparatado y genial fin.

Y ahí estaba yo, dando saltitos por la calle, moviendo mi mazo de un lado a otro dando vueltas.
-Mr J, Mr J lalalalala-Cantaba mientras me movía por la calle oscura, varios malechores conocidos se escondían a mi paso, y otros me saludaban a lo que yo respondía con una sonrisa y preguntaba ¿Donde está Mr. J?
Nadie sabía su paradero, pero encontrarle siempre había sido mi especialidad.

Entré en uno de los lugares que había sido nuestro nido de amor, quizás me estuviera buscando él a mi.
Y entonces, ahí estaba.
-Puddin!-Grité emocionada, soltando el mazo y corriendo a su encuentro.
Me abracé a él con todas mis fuerzas.
-Puddin! Puddin! Te he echado de menos!-No le solté-Oh Mr. J! Me alegro de haberle encontrado!

Se encontraba en una de sus múltiples guaridas, caminaba en círculos, tratando de recordar donde había colocado aquella bomba que pensaba detonar como regalito para los ciudadanos de Gotham City.
Se detuvo, había escuchado ruidos afuera del lugar, asomo ligeramente su cabeza y abrió los ojos de par en par cuando sintió que dos brazos se aferraban a su cuello.

—¡Arlequín! ¡Vamos, Harley, suéltame! ¡Me estas asfixiando!

Retiro bruscamente sus manos de su cuello y la empujo, recupero la compostura, se arreglo el traje y sonrió, extendiendo sus brazos.

—Después de todo, has encontrado el camino.— Rió de la manera más psicótica posible.

No me importó que me separara de él, seguí feliz de haberle encontrado.
Cuando abrió los brazos volví corriendo a abrazarle.
-Oh Mr. J! Estaban tan sola en esa celda! Pero logré escapar solo para estar con mi Puddin!-Reí feliz, soltándome de su cuello.
Vi varias volteretas por el lugar, encendiendo todos los contactos para llenar de luz blanca, verde y roja el lugar. Iluminando las estatuas, paneles y ordenadores que había en el lugar.
-Volvemos a nuestro nido de amor, Mr J!-Sonreí de oreja a oreja-Ahora volvemos a estar felices!
Di un mortal y me coloqué a su espalda, abrazándole.
-Es genial estar de nuevo juntos, Puddin!-Sonreí

—¡Sí! ¡Sí! He entendido tu punto, cuán feliz te sientes— masculló.— Pero... ¡¿Podrías soltarme?!

Y una vez que se deshizo del agarre, revisó nuevamente su traje y al notar que éste no tenia ni una arruga, suspiró.

—No es nada personal, pero ya fueron bastantes abrazos por ahora.

Comenzó a caminar alrededor de Harley, viendo y familiarizándose con el lugar, con cada mota de polvo. Se relamió los labios y suspiró.

—¡Hemos perdido tanto tiempo encerrados en Arkham!— declaró— Me alegro que al final hayas podido escapar, después de todo.

Se acercó a ella por la espalda, colocó sus manos en sus hombros, llevó su boca al oído de ella y susurró mientras sonreía egocéntricamente:

—Tenemos mucho trabajo por hacer.

Sonreí feliz, feliz porque sabía que él me había añorado y quería que estuviera a su lado.
-¡Claro que si Mr.J!-Sonreí-¡Tenemos que hacer un montón de cosas!
Me di la vuelta y volví a abrazarle, pero recordé que me había dicho que no lo hiciera, por lo que me aparté rápidamente.
-¡Lo siento Mr.J!-Reí.
Di un mortal y me tumbé boca abajo en una mesa negra, apoyando los codos en la mesa, la cara en las manos y levantando las piernas, moviendolas de arriba abajo impaciente, pero feliz.

-¿Cuál es el plan, Puddin?-Dije sonriente-¿Vamos a ir a por el Batzs?
Reí un poco, divertida.

—No, no...—negó rápidamente con la cabeza —Dejaremos que Batman venga por nosotros, no al revés. Si no ¿Cuál sería la diversión?

Rió y continuó recorriendo el lugar, se detuvo de manera inmediata al encontrar la bomba que tanto había estado buscando en una caja abandonada en una esquina, se abalanzó sobre de ella y la tomo em sus manos, la observo con detenimiento y sonrió aún más, volteó a mirar a Harley, se acercó a ella.

—Vamos a causar un poco de caos con esta amiga— y le mostró el arma explosiva.— Les daremos a los ciudadanos un poco de ¡BOOM!

Y rió ante la expresión, tomó a su compañera para ayudarla a levantarla y aunque fue de manera brusca, fue rápido. Llevó a Harley hacia otra puerta para salir y una vez fuera, su automóvil se encontraba esperándolos, la dejó y saltó dentro del auto.

—¡Apresúrate o te dejaré!—le advirtió mientras encendía el motor.

-Claro que si, Mr J!-Agarré mi mazo y di un mortal, sentándome a su lado en el coche, le di un achuchon y reí feliz.
Subí las piernas encima de la guantera, era raro que yo no condujera...¡Mi amor quería dar un paseo por la ciudad! Qué romántico era mi Puddin!

-¿Vas a detonar la bomba en el centro de Gotham, Puddin?-Dije sonriente-Me encantan los fuegos artificiales! Y estoy segura de que al Batzs también le gustará!-Reí a carcajadas.
Estiré los brazos y agité la cabeza, era genial estar libre!

-Puddin, ¿Donde vamos?-Pegunté

—¡Aquí o allá! ¿Qué más da?— Dijo en su tono de locura normal— Al final es caos.

Conducía entre las calles del centro sin importarle los señalamientos, semáforos, peatones... ¡Nada! Posiblemente haya causado unos cuantos accidentes: choques entre los autos, unos cuantos ciudadanos atropellados, pero a él no le importaba.

Sonrió.—¡Oh! Estoy seguro de ello, a todo el mundo le gustan los fuegos artifíciales.

Bajo la velocidad mientras llegaba a una de las plazas, donde decenas de personas se encontraban platicando, tomando un café o algo por el estilo.

—¡Ay! ¡Pero que asco me dan!—soltó un bufido e hizo una mueca perversa—¡Míralos señorita Quinn! Mostrándonos cuán aburridos y amargados están por la monotonía de sus vidas—pasó uno de sus brazos por detrás de su acompañante y suspiró, fingiendo pena—¡Vamos a cambiar la expresión de sus rostros!

Activo la bomba y la lanzó, mientras se alejaba del lugar.

Sonrió aún más cuando escucho los gritos y la explosión.

—¡Música para mis oídos!—

Reí feliz por el fantástico paseo que Mr J estaba haciendo, de vez en cuando yo asomaba la cabeza por el descapotable y saludaba a la gente.
-Perdón! Fue su culpa por estar en medio del camino de mi Puddin!-Reía y saludaba con la mano.

Aplaudí al ver como mi Mr J lanzaba la bomba, me puse de pie en el asiento y lancé un beso antes de que la bomba estallara.
-Adiós pringados!-Les saqué la lengua y reí como una loca cuando la bomba explotó.

-Bravo Mr J! Lo ha conseguido!-Miré la nube de fuego y escombros sonriente, para después volver a sentarme y abrazarle.
-¿Y ahora? ¿A donde vamos?-Pregunté, ya habíamos provocado al Batzs-¿Quieres que nos encuentre Batzzy o vamos a escondernos, Mr. J?

Se encogió en hombros mientras continuaba conduciendo.

—Podemos divertirnos un poco con unos ejemplares vivos... ¿Qué te parece?— la miro y sonrió—Un secuestro de alguien importante, como nuestro amigo el comisionado o un fiscal, hará que Batman se interese aún más en venir... Y después será aplastado como la rata voladora que es...

Soltó una estruendosa carcajada, y por su despiste chocó contra la base de un edificio, las bolsas de aire se activaron y al instante las desgarró con uno de sus cuchillos.

—Bien, bien...—salió del auto destrozado de un brinco—¡Tendremos que seguir a pie!

Volvió a reír, sacudió su traje del polvo y se dispuso a caminar.

Di un mortal en el aire y caminé a su lado, con mi mazo sobre el hombro.

-Oh Mr J! Este es el paseo más romántico que hemos dado nunca! Fuegos artificiales, paseo en coche...-Le abracé-Es genial Puddin!!

Dí volteretas sobre la calle, silbando y tarareando feliz.
Señalé un puesto de helados callejero.
-Quiero un helado Puddin!-Dije chillando-Llevo meses sin comer helados!!
Le sonreí angelicalmente bajo todo ese maquillaje blanco.


Off;¿Quieres que metamos a Batz para darle emoción?

—¿Un helado?—gruñó—¡Bien, pero que sea rápido!

Y al ver que Harley iba por su helado, sonrió, buscó un coche entre todos que la agradará, y encontró uno de color azul oscuro, se encogió en hombros y rompió uno de los cristales.

—No es lo mejor pero ya es mío— rió

Logró encenderlo y se colocó en el lugar del conductor. Regreso por su ayudante, puesto que se había alejado demasiado.

—¡Es hora de irnos!—se cambio de asiento, colocó los pies arriba de la guantera y sus brazos detrás de su cabeza—Adelante Harley, tú conduces ahora.

Rió nuevamente, extasiado y en espera de que su enemigo los encontrará pronto para un nuevo combate.

User.- ¡Adelante! Llama a Batman))

Volví con mi helado de fresa dando saltitos hasta el coche, el heladero había salido huyendo al verme acercándome.

-¿Yo conduzco Mr. j? Genial!-Le di el helado y me senté al volante-Vamos!

Arranqué y pisé acelerador, moviéndome a toda velocidad por la calle, sin respetar a nada ni a nadie.
Silbé mientras conducía.

-¿A donde vamos, Mr J?-Dije-¿Al ayuntamiento, por ejemplo?
Puse dirección al centro de Gotham, riendo como una loca sin parar.

Cuando se dio cuenta, tenía el helado de Harley en su mano, tronó la boca y lo lanzó.

—¡Al ayuntamiento! Me parece perfecto— se rió mientras lanzaba unas pequeñas bombas a diestra y siniestra.

Encendió la radio y empezó a escuchar las noticias.

—¡Bravo, bravo! ¡Escucha Harley!— extendió los brazos, sin darse cuenta de que le cubría la visión a su acompañante—¡Gotham City vuelve a ser nuestra!

Una carcajada salió de su garganta, llenando todo a su alrededor de ese tono esquizofrénico que tanto lo caracterizaba.