Controlados (JeanValley)

Mi plan está saliendo a la perfección, después de controlar al líder de la mafia de Gotham gracias a mis feromonas, sus mandados comenzaron a saquear y desmantelar grandes empresas, todas ellas contaminantes.
Sonreí y miré desde las alturas de una enorme flor del jardín botánico, había varios seguratas guardando el perímetro por si acaso el murciélago decidía intervenir.
Entonces una pequeña raiz se acerca a mi y susurra un idioma que yo solo entiendo, él ha llegado.
Sonrío, tengo más de un as en la manga, miro a mi alrededor y todas las luces se encienden, las plantas "cobran vida" y se alzan amenazadoras.
Oigo a varios de los guardias gritar, mi sistema se conecta a la naturaleza y siento su poder.
-Parece que el murciélago ha caído en la trampa-Digo, mi voz suena como triplicada y amenazadora...

Aplaudo ligeramente y las plantas se separan y sonrio.

-Bravo, ¿Cómo me has descubierto? ¿Por el jardín botánico o las plantas?-Dejo de sonreir y todas las luces se encienden, iluminando todo el lugar.

A su alrededor aparecen seis enormes plantas atrapamoscas, se abren y de ellas aparecen seis hombres...en realidad no.

-Te presento a mis nuevas creaciones, eran hombres, ahora son "mutantes", obedecen mi voluntad-
Los hombres se acerca a él y yo rio.

-Tengo muchos ases en la manga, Batz...-Me doy la vuelta y las plantas se cierran a mi paso..

Cubro mis ojos por la luz y cuando vuelvo a abrirlos veo que el múrcielago está enfrente mio.

-¿No merezco esto? ¿Pero y si lo deseo?-Sonrío y me alejo con agilidad
-No somos tan diferentes...cada uno luchamos por lo que creemos justo, el bien...de forma diferente-
Las lianas comienzan a acercarse a él.
-Únete a mi y dominaremos el mundo-Digo sonriendo...

Intenté zafarme de él, estaba agarrando mi biotraje, y conseguí soltarme haciendo que el trozo que tenía agarrado se rompiera, dejando un espacio entre el cuello y el comienzo de mi pecho.

-No me toques-Dije cubriendo con mis manos mientras el biotraje se reponía.


Chasqueé los dedos y de entre las plantas, unos hombres enmascarados apuntaron a Batman con sus armas, detrás mio aparece un conocido mafioso, Franco Bertinelli, que controla una gran parte de Gotham.
En el fondo de sus ojos oscuros puede verse un círculo verde, obra mía, claro

-Esta vez no estoy sola-Digo...

Miro como todos los guardas dejan caer sus armas y huyen, ruedo los ojos con desesperación.

-Ya sabes lo que dicen, si quieres hacer algo bien, hazlo tu mismo- Agarro al mafioso de la camisa y le beso en los labios, haciendo que mis toxinas de mi cuerpo entren en su torrente sanguíneo, el hombre cae al suelo con un ligero color verdoso en sus labios.

-No me mires con esa cara, iba a hacerlo de todas formas-Digo con una sonrisa cínica al murciélago.

Alzo los brazos y una hiedra se enreda a mis piernas, alzándome del suelo, mientras unos pequeños frutos en un extraño tipo de planta empiezan a abrirse, liberando un gas color azul oscuro.

-¿Sabes que es eso? Es ácido, aunque tu armadura sea impenetrable o muy resistente, el gas la corroerá, no se puede parar, y mas adelante tu cuerpo será destruido-Sonrío con malicia y fijo mis ojos en él...

Las bombas no me afectan directamente, las plantas se lanzan hacia delante y me cubren para que no me afecten, ardiendo ellas en mi lugar,
Ver como sufren es una tortura lenta y dolorosa, pero sobre todo, lo que mas duele es la sensación de impotencia al solo no poder salvarlas, solo atacar con otras.
Para mi, es ver morir a mis hijas, ellas se sacrifican por mi y por sus hermanas, su muerte nunca será en vano.

-Tu!-Grito, la furia que hay en mi interior explota, haciendo aparecer espinas en mi piel-Pagarás por esto...

Me dejo caer al suelo para enfrentarlo, es peligroso, pero no pondré en peligro a ninguna planta más...

Entrecierro los ojos y separo las piernas para ganar estabilidad.
Tras años y años de lucha contra Batz, he llegado a ser una gran contrincante de lucha, hábil, muy flexible y rápida, y no soy nada fácil de vencer.

-Algunos tenemos honor-Digo preparándome para enfrentarlo, soy de las que espera el primer golpe, pero puedo ver que el no se va a mover esperando un movimiento mio, por lo que decido actuar.
Doy un mortal hacia delante, con la pierna por delante para golpearlo, consigo darle una patada en el estomago y apartarme a tiempo antes de que él contraatacara.

Caigo al suelo golpeándome fuertemente, muerdo mi labio inferior y me levanto, no soy de las que se desmaya con facilidad.
Me muevo con rapidez hacia él y me tiro al suelo para resbalar y pasar entre sus piernas, golpeando sus rodillas para que perdiera estabilidad y cayera de rodillas.
Me levanto de un salto hacia atrás y le golpeo en la espalda con las piernas al dar el salto.
-No soy una florecilla del campo ¿verdad?-
El dolor de la caída de antes está presente en uno de mis costados, pero ignoro el dolor y me concentro en él, no puedo perder ningún movimiento.

Sentí como un líquido caliente caía de mi labio, sangre.
Luché para no desmayarme y me levanté de un salto algo mareada, *no te desmayes*.
Le golpeé en la cara, para después dar una vuelta y golpearle en las costillas, con suerte le habré roto alguna.
Pese al dolor lacerante de mi costado y que mi cabeza daba algunas vueltas, no me iba a permitir perder, no esta vez.
Estaba tentada de usar mis plantas para atacarle, pero eso sería ponerlas en peligro y ya lo han pasado bastante mal.

-Eso ya lo veremos-Doy un mortal hacia atrás golpeándole en la barbilla con fuerza-

Mi espalda golpeó la columna y caí al suelo con una mueca de dolor en la cara, me apoyé en las manos despacio y me levanté tambaleante.
La pelea me estaba pasando factura, sentía dolor en el costado, el una de las piernas y un dolor permanente de cabeza, aparte de tener el labio roto y lleno de sangre.
La autoregeneración había comenzado, y podía sentir el ligero cosquilleo en mi cuerpo de las toxinas que protegían mi sistema.
Había empezado el...digamos modo "defensa", a mi piel le salieron unas espinas muy puntiagudas y resistentes, y el veneno en ellas estaba concentrado para matar a un ser humano al instante. Y no existe antídoto...bueno si, pero yo soy el veneno y el antídoto...

-Morirás-Dije simplemente, para después dar un mortal hacia el y esquivar sus golpes, conseguí clavar en su pecho una de las espinas de mis brazos, que entró hasta su piel.
Salté hacia atrás y sonreí mientras veía como el se llevaba una mano a su ensangrentado pecho...