Nuestros éxitos no verán la luz, pero nuestras fracasos serán recordados [Kal-L]

Central City, Estados Unidos.
Despacho de Iris West, Cadena de Noticias Picture News
8 de Octubre, 2013
Clima soleado, sin nubes a la vista. 24º de Temperatura
12:30 PM

Después de los últimos eventos transcurridos, todo su mundo había dado un giro inesperado. Mucho más en el ámbito laboral de lo que cabía a imaginar. El Picture News había optado por establecer cierta neutralidad ante los sucesos, pero no quitaba que sus noticias hubieran visto reducidas sus menciones a los héroes. De hecho, pese a que habían motivos para sacarlos a relucir, no se le habían dedicado ni un cuarto del tiempo que antaño. Y ella, pese a sus intentos e intenciones varias, no había conseguido hacer nada para solucionarlo. La pelirroja suspiro resignada, enfocando su mirada en el ordenador que tenía delante. Aquello que redactaba no tenía nada que ver con sus funciones laborales, pero sentía que debía de hacer algo. Y como tal, así complementaba su labor. La cadena no solo era televisiva, sino que también contaba con su afiliar en el mundo de la prensa, cuya denominación era exactamente la misma y, hasta hace unos meses, ella contaba entre sus filas. Justamente, bajo un seudónimo, trataba de redactar un artículo para el periódico, pero las palabras que escribía se modificaban con cada intento de pensar en cómo enmendar las cosas, se modificaban de la frustración que sentía y la impotencia que emergía en su ser.

Volvió a incorporarse por enésima vez en la última hora y se encamino hacía la cafetera que se hallaba a su espalda. Mientras cargaba la maquina y preparaba la taza, contemplo por la ventana el paisaje que la rodeaba. Los altos edificios apenas le permitían contemplar el brillante astro rey que se alzaba pavoneándose sobre sus cabezas, la vida continuaba su curso sin percatarse incluso de los cambios que, días atrás se habían desarrollado y lo que significarían para el futuro. Cómo si, en realidad, nada hubiera cambiado. Y lo cierto, es que lo había hecho. – ¡Auch! – Exclamo, se había distraído demasiado y el café se había desramado brevemente. Dejo la tasa sobre la mesa y chisto con la lengua, rebuscando pañuelos entre los cajones para limpiar el estropicio causado. En el suelo, un pequeño chaco que fue limpiado todo lo rápido que pudo. Afortunadamente, sus ropas no habían recibido daño alguno. Su mano derecha, apenas se había quemado ante el contacto caliente del liquido que tantas horas la había acompañado.

Tiro los pañuelos en el cubo de la basura y volvió a tomar asiento, justo en ese momento la llamaron por el teléfono del edificio. Descolgó y temió lo peor – Aquí West – Respondió, siendo contestada por la recepcionista del Picture News, varios pisos más abajo. La conversación apenas duraría unos segundos, entre los que unos “¿Quién?, ¿Y no quiere hablar con..?, ¿Por qué conmigo?, Uff… Está bien, dale un pase y hazle subir, que alguien le conduzca hasta mi despacho” se llevarían a cabo. Se vio en la obligación de preparar un segundo café, afortunadamente para ella se había hecho bastante unos instantes atrás y tan solo tuvo que servirlo en una tasa. Reanudado sus funciones habituales, guardo el archivo del articulo personal que realizaba, escondiéndolo en una carpeta realizada especialmente para acciones como estas. Para esconder lo que, ojos curiosos, podrían intentar descubrir y yo debo ocultar. Cuando tocaron la puerta, levanto la mirada del portátil que cerró de un suave golpe, centrándose tanto en la puerta como en el montón de papeles ubicados a su diestra. El café y el periódico del día de hoy, no a mucha distancia de ella.

– Esta abierta, adelante. –

Los últimos sucesos en esta nueva tierra me han sorprendido y han asustado mucho. Al mismo tiempo. Yo trato de poner un grano de arena en este mundo armado un nuevo medio periodístico digno de los mas alto del mundo. A pesar de mis constantes progresos. En esta vida, aun me cuesta asimilar la paranoia que hay en ciertos personajes de este mundo. Sin ir mas lejos el gran odio que mi socio Lex Luthor profesa por nosotros es tremenda. Me da mucho miedo que el pueda salirse con la suya. Por eso y para poder tratar de cuidar al Superman de esta tierra y a los demás héroes de este lugar que es que me he infiltrado y he echo cosas que ningún, hombre de capa roja y un símbolo similar a una S haría. Tuve que firmar un acuerdo con mi peor enemigo y en el proceso lo tuve que trasformar en casi un "amigo!. Pero no quiero dejar ni un minuto de vigilarlo. También lo ultimo sucedido es alarmante y no puedo demorar en armar el equipo periodístico Para la señal del Star. Es por eso que he viajado estas horas desde mi hogar en Metrópolis a Ciudad Central. La persona que vengo a ver me la ha recomendado mi amiga Lois.

Luego de bajar de mi avión privado. Subo seguido por mi secretaria Nelly y mis custodios. (No los necesito, Pero aun en estos caso debo guardar la apariencias.) Al edificio del Picture News, entro en la recepción mi secretaria hace los arreglo mientras llega el anuncio de que suba. Le ordeno a mis hombres que aguarden en la recepcion en tanto yo y Nelly subimos por el elevador.

Llego hasta una puerta de madera y veo que esta abierta del otro lado oigo la voz que me dice que pase.

Espero ser puntual Señorita. Estos viajes son bastante molestos- le comento a esta joven periodista .- Mire le voy ser franco. He venido porque se que usted es una muy buena periodista y es lo que últimamente esta faltando. Yo lo se con mas de 60 años en el medio lo se muy bien. Yo ahora quiero que el periódico que intento re fundar donde tanto años he trabajado sea una faro para la verdad y la justicia. Tal vez sea un poco anticuado mi modo de ver las cosas. Pero creo en el juego limpio. Perdón por mi descortecia. Le hago una seña a mi secretaria me acerca un paquete con un presente- Es solo una esfera de cristal con Metrópolis en ella. Mi Nombre es Clark Kent. Pero por motivos de preservar a mi familia fuera de peligro solo firmo como CK. Espero pueda entenderlo-

Sentada en su silla, sus ojos se enfocaron en dirección a la puerta. Lo que a continuación se desarrollo ante ella, no era algo que hubiera esperado. Aunque lo cierto, es que la vida le estaba dando demasiadas vueltas últimamente. Aquella, solo sería una más de muchas, como no. Apenas tuvo tiempo a incorporarse o, si quiera, para invitarle a tomar asiento y estrechar las manos de forma cordial a modo de saludo. Sus labios no emitieron palabra argumentativa, después de todo no le dio tiempo. Puede que le siguiera el ritmo a Flash con las entrevistas, pero no tuvo su velocidad para conseguir mantenerlo con su invitado. Alzo una ceja cuando aquel hombre, aparentemente a una edad aproximada a la de su padre Ira West, comenzó a hablar. ”¿Cómo lo hace para hablar tato y no atragantarse? En algún momento tendrá que respirar… “ Pensó con cierto deje irónico, cruzándose de brazos tras la mesa de su despacho.

Asimilo los argumentos de aquel hombre, pero no le veía aún una causa a su visita. Hablaba sobre su periódico y valores que ella respetaba. ¿Y qué? Eso ocurriría en su periódico, algo que podía alegrar a la pelirroja, más aún continuo el desconcierto en su rostro. Sobre todo, mucho más extendido, ante el paquete que fue expuesto sobre la mesa. Lo abrió, llamada por la curiosidad, contemplando la bola de cristal con una Metrópolis en miniatura. Sonrió enternecida por el gesto, le recordaban inmensamente a las bolas de cristal con nieve que su padre solía traerle de los viajes. Ya mucho tiempo en el pasado… Alzo la vista, obviando la esfera, obligándose a centrarse nuevamente en lo que ocurría en el despacho. Recuperando, de una vez por todas, el poder y el control en su propio espacio.

– Antes que nada, bienvenidos… a ambos – Rodo la mirada desde él hasta la secretaria que le acompañaba, posteriormente prosiguió – No suelo aceptar regalos de personas que desconozco pero… Metrópolis significo mucho para mí, fue el lugar donde mis comienzos como periodista y fotógrafa se cimientan. Muchas gracias por el gesto – No había olvidado, aunque si le pareció sumamente curioso, la casualidad de su nombre. – ¿Clark Kent? ¿Es usted familiar de…? Oh bueno… - No supo como preguntarlo, la pregunta hasta sonaba ridícula ahora que se la auto repetía mentalmente – Olvídelo – Lo omitió, era más sensato y la haría ver menos estúpida. Ya le preguntaría a Lois más tarde, o al propio Clark. Solo le bastaba una llamada.

Y ella solía mantener el contacto con ambos, sobre todo con ella, muy a menudo. Las facciones del hombre, ahora que eran contempladas con más concentración, eran muy semejantes a las de Clark. “Quizás sea un tío o algo por el estilo” – Espero que le guste el café – Indico, al que recién hecho y aun humeante que se hallaba sobre la mesa. Miro a la secretaria, con deje de disculpas – No sabía que venía acompañado, puedo hacerle uno o servirse usted misma mientras el “Señor CK” y yo conversamos sobre los motivos de su visita – La reportera desvió pues los ojos hacía el hombre, claramente sus ojos desprendían un “Hablaremos a solas” del cual no quería ceder. No cuando, comenzó a sospechar y a atar cabos. No cuando, su instinto, la invitaba a escuchar adecuadamente su propuesta.

“Esto será interesante”

Le hago un gesto a Nelly es mi mano derecha y una persona de la que puedo fiarme. Ella se excusa. Y sale diciendo que iría arreglar todo lo concerniente a mi estadía. Poco depues veo el lugar y me agrada bastante. Es una oficina impecable. Esto habla muy bien mi interlocutora. Debo parecer un poco apresurado con todo lo que hable. Pero es que la circunstancias actuales y todo lo que ha sucedido han requerido de una mayor acción. De todos modos. No quiero parecer un hombre descortés y ante la impronta de la Señorita West Quiero tomar esta entrevista con mas calma. Creo que he le he dicho las cosa mas rápido de lo que debía espero no abrumarla. De todos modos se que ella esta relacionada con dos de las encarnaciones de mi amigo de toda la vida Jay Garrick. Tomo asiento. y le digo - Agradezco la taza de café viene muy bien . Luego de haber tomado un vuelo tan rápido. Y es que las cosas se han adelantado mas de lo que cree.-

Tomo un maletín que había traído conmigo. Lo coloco en mi rodillas y lo abro - Lo ve ese anuncio del planet sobre la casa de brujas que quieren hacer con los que luchan por lado correcto de la vida. Creo que le intensara saber que estoy estrechamente relacionado con Clark Kent del Planet. Digamos que yo se que cierto peligro se cierne sobre su cabeza y sobre la de todos los que lo rodean. Y digamos que para salvarlo a el y sus amigos. Debo involucrarme con la peor persona quien mas lo odia y no hablo de su rol en el planet y debo trasformarlo en amigo. Para tratar de averiguar que es lo que se trae Sobre el. -

Me detengo unos segundos antes de seguir hablando toco mi mentón. La miro calmada mente mientras reflexiono. - El poder de la prensa puede ser bueno o malo según como se use. Creo que lo mismo pasa con cualquier otro poder. Me parece que si tenemos cierto poder. Hay usarlo para ayudar en la medida que se pueda a los demás. ¿usted creé que lo anunciado en Washintong no es mas que una expresión de alguien que teme lo que no conoce o que realmente oculta intereses perverso?

El motivo que me ha traído a esta entrevista es por medio de nuestra amigo mutua Lois. Me recomendó a usted, como una gran profesional. Y debido al re lanzamiento del Daily Star y nueva red de medios. Es que en la noticias y en lo que se refiera a la organización del medio quiero contar con alguien de su calidad para llevarlo adelante. Como la jefa de la televisión. Pero es muy pronto para hablar de ello. La otra razón de mi llegada de contarle, que con quien me he asociado. Se llama Lex Luthor y usted sabe de quien se trata. Por lo que me interesa tener gente cercana a mi Sobrino digamos así. Y que lo podemos tener vigilado si es que no he hablado de mas. Pero algo me dice que puedo confiar en usted no es así? .

Tomo un sorbo de café creo que he hablado mucho. Pero van con esta profesión que llevo muy dentro mio.

Soy un poco parlanchi -me excuso con una noble y timida sonrisa - Es mi alama de reportero siempre hablando e indagando. Perdón por mi atropello.

Con el objetivo conseguido, sacar a la secretaria del Señor CK del despacho, volvió a recapitular los hechos allí desarrollados. Y los que, en breves momentos, se acontecieron en el despacho. No importaba cuanto lo intentase, pero aquel hombre había hablado incluso más rápido de lo que ella pudo procesar la información. Cuando finalizo de hablar, ella aguardo silencio durante unos pocos segundos. Después de todo, la paz y la tranquilidad, eran necesarias para meditar y, sobretodo, para tomar decisiones de aquella índole. – ¿Recapitulemos, quiere? Habla muy deprisa y sobre muchos temas sin apenas darme tiempo a responderle – Confeso, directa. No se andaría por las ramas y, mucho menos, se guardaría las cosas para si misma. No más, suficiente tenía ahora con el trabajo. – ¿Por qué dice que Kent está en peligro? Es un reportero como otro cualquiera, a menos que diga algo que la gente con poder no quiere escuchar… estaría a salvo. – Apoyo su espalda en el respaldo de la silla, contemplando al hombre con más soltura.

La comodidad que ahora la emergía era lo suficientemente grata como para poder continuar sin cambiar de posición. – ¿Sus aigos? ¿La persona que más odia? … ¿Está seguro que hablamos del mismo Clark Kent? – Le parecía increíble creer que Kent, un hombre tan tranquilo, pudiera odiar a alguien. O que alguien le odiase a él. Lo recordó, días atrás, en la presentación del discurso. – Estoy de acuerdo, el poder de los medios de comunicación es muy fuerte. Cómo solía decir “El periodismo mantiene a los ciudadanos avisados, a las putas advertidas y al Gobierno inquieto” – Dio un sorbo a su café, este había comenzado a enfriarse debido al tiempo sin catarlo. Una pena, pero la conversación lo meritaba. Era curiosa, llamativa… Interesante. – Y hay que usarlo adecuadamente. Precisamente por ello, estoy convencida, de que hay quienes sabrán como emplearlo para obtener lo querido. Los periodistas, me temo sin embargo, que no somos los únicos en saber este hecho: Ellos, aquellos a los que creo que pretende pasarles por encima, también conocen el juego. Y lo usan. – E Iris también. Aparentemente, pues la conocía sobradamente, Lois también lo hacía.

– En realidad creo que sabe mucho más de lo que creemos o nos quiere hacer creer. Estoy convencida de que, usa el factor miedo y la confusión para inspirar el temor a los ciudadanos. Piénselo, es un plan astuto: Antes de que todo se desarrollase, todo el mundo admiraba a los héroes – “O casi todos” – Ocurre una catástrofe en la ciudad cumbre y capital de los Estados Unidos y un hombre aparece de la nada predispuesto a ser la salvación, el rayo de esperanza que la comunidad americana desea encontrar. Ese faro que buscamos para alumbrarnos en medio de las sombras en las que nos hemos emergido de repente. Nos dice, nos consuela con que él puede solucionarlo todo, que la culpa es de aquellos a los que hemos honrado durante años… de que, si sale elegido, quitará las mascaras que cubren sus rostros. – Alza una ceja, sin perder de vista al hombre, ahora era su turno para hablar e iba a aprovecharlo al máximo – Todo me parece demasiado preparado. Ha sido inteligente al utilizarnos, y hemos caído como imbéciles – ¿Acaso estaba ofreciéndole un empleo? No comprendió sus últimas palabras, ella no se movería de Central City ni del Picture News. - ¿Qué es lo que quiere hacer, exactamente? ¿Asociar Daily Star y Picture News a pos de que, nuestras noticias, vayan acompasadas con las de ustedes contra la caza de héroes en las que nos encontramos de repente? – Suspiro, demasiadas ideas en la cabeza y muy rapidas a tratar, tenía que centrarse e ir poco a poco. O hacerse más café para ir a su ritmo. - Puede confiar en mí, para mi no hay mayor rayo de esperanza del que despliega Flash con sus acciones… Ningún hombre trajeado va a cambiar todo el bien que ellos han hecho por nosotros. – Y aún así, siguió sin comprender porque metía a Clark y a Luthor en el meollo del que le hablaba.

La miro con seriedad y le digo - Digamos que hay que unirnos para evitar que los metahumanos sean perseguidos como lo son por miedo y por prejuisios. Por lo que solo quiero su ayuda para poder exponer a los que verdaderamente atentan contra la humanidad y que no son los meta-humanos- Es todo lo que puedo decir. No sin mas le agradezco su tiempo y ahora me retiro tengo que hacer mas cosas.

Lo único que puedo decir es que hay que hacer lo posible por no exponer de mas a los hoombres que tanto hacen para proteger a lo demás aun a costa de sus propias vidas.-

Me paro y voy a a la puerta el mundo a cambiado mucho para mi tal vez este sea un signo del mal que lo aqueja.

Salgo de la secion muy triste y decepcionado. Esta no es la persona que yo venía a ver este mundo ha cambiado mucho ya ni se quien soy yo.

Si ya de por si la situación se le hacía extrañamente curiosa, el hecho de que se diera por finalizada toda conversación en un abrir y cerrar de ojos, fue aún más sorprendente. Su posición no había cambiado ni un apéndice, pero mientras le observaba se centro en la taza de café que tenía sobre la mesa. Dio un sorbo, ligeramente molesta por el hecho de que estuviera más frío que minutos atrás, a pesar de estar recién hecho. Cuando dejo de beber, sin abandonarlo de entre sus manos, alzo la voz nuevamente, respondiendo a sus palabras inclusive antes de que saliese por aquella puerta. – Todos somos personas ocupadas, pero usted ha sido el primero en llegar a mí. Me habla de un tema que realmente me importa, con el que estoy de acuerdo dado que no me gustan como marchan las cosas en Washington ¿Y ahora se marcha sin más? – ¿Acaso ella había dicho algo malo? ¡Por supuesto que no! Le había expuesto su opinión, su valoración personal. Su idea de que, los hechos ocurridos en la capital, habían sido orquestados (y si no era así, habría sido utilizados) para llevar a una candidatura que prometía la erradicación de todo hombre y mujer con mallas sobre la Tierra.

Y ella le debía demasiado a esas personas, le debía su fe y sus esperanzas. Su propia vida ir ir más lejos, como para dejarlos en la estacada hoy. – Si solamente venía a ser la voz de mi consciencia, a recordarme que debo continuar apoyando a los metahumanos, no era necesaria su presencia. Una llamada telefónica podría haberle ahorrado el vuelo – Un nuevo sorbo dio, aunque más corto que el anterior. En su interior, se hallaba decepcionada de que un hombre como él, con aquellos pensamientos y poder, solo hubiera venido a decirle aquellas pobres menciones. Porque no las necesitaba, ella sabía como actuaba. Deslizo la mirada hacía su portátil, aquello era la prueba de que continuaba por el bueno camino, estaba redactando un artículo en contra del candidato a la presidencia y a favor de los metahumanos. – Pero entiendo que este ocupado, conoce la salida, no me debe nada, ha sido un honor saber que hay más gente que piensa como yo. Y como ya le dije, no lo dude, no dejaré en les dejaré en la estacada –

Y cuando él salió por la puerta, fue la última vez que vio a aquel hombre. Iris volvió a su ordenador, por donde continuó escribiendo.

El paso del tiempo y la perdida de un mundo mi mundo, de la mujer que amaba. Me hizo un gran cambio en mi, Mi mente me jugo una mala pasada. Creo que he tenido una actitud poco cordial con aquella jovencita. Careo que ahora debo volver y disculparme con ella y así poder hablarle. Me doy media vuelta y vuelvo a subir hasta donde aun la puerta sigue abierta.

Perdón señorita, debo pedirle una sentida disculpa, no debí comportarme así cuando hay tanto de que hablar. Yo me siento como un estúpido... La verdad es soy una persona que pasado por grandes perdidas en mi vida. Y hay veces que me vuelvo mu sobrepotector de la realidad actual. Por eso quiero crear una conciencia publica para convencer al Mundo quienes son los que en verdad atenta contra el bienestar de la tierra.-

Tomo nuevamente aciento. Y luego espero que ella me perdone.

La pelirroja había vuelto a centrarse en su artículo, aquel que se encargaría en colar en la imprenta de la edición de mañana del periódico Picture News. Sus dedos tecleaban velozmente, buscando acabar con lo que en mente tenía pero que tanto le costaba escribir. En honor a la verdad, no le costaba precisamente porque no creyese en ello, porque de hecho si lo creía, pero aún así buscar las palabras adecuadas sí que lo hizo. Parecía haberse estancado nuevamente, en la finalización del mismo. Había decidido darse un tiempo muerto, un pequeño descanso para hacer otro café y continuar escribiendo, no saldría de aquel despacho sin eso escrito. No obstante, ante todo pronóstico, fue nuevamente interrumpida. Y, una vez más, por el mismo hombre. Parpadeo confusa, inexplicablemente extrañada de verlo en aquel lugar de retorno. Sin que a Iris le diese tiempo, volvió a tomar asiento y a pedir disculpas por su actitud anterior.

Desvió la mirada hacía el ordenador y, en aquella ocasión, no se molesto en ocultar lo que escribía. Continuaría haciéndolo aún con la presencia de “CK” en la habitación. – Esta bien, aquí no ha pasado nada – Zanjo lo ocurrido con un borrón y cuenta nueva, se olvido del nuevo café y sus ojos verdes se centraron en la pagina abierta desde las últimas horas. – Espero que no le moleste que esté haciendo otras cosas mientras hablamos, pero es importante para lo que hemos estado conversando antes de que se marchase. Ahora pues, continuemos con la conversación anterior. ¿Le parece? – Volvió a hacerse presente en la conversación, más no despego su mirada de la pantalla del ordenador.